Un edificio que sugiere la forma de nave espacial se erige en el
Parque Tres de Febrero, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el motivo de que los visitantes profundicen sus conocimientos sobre el cosmos.
El
Planetario Galileo Galilei -declarado
Patrimonio Histórico y Cultural de la Ciudad- recibe cientos de estudiantes y turistas, locales y extranjeros, interesados en la ciencia y el espacio exterior.
Pero la historia de este lugar icónico para la educación, la ciencia y la cultura comenzó hace mucho tiempo. Fue durante 1967 cuando se realizó la primera función en el Planetario, 44 años después de que brillara por primera vez un cielo estrellado artificialmente.
El interés por conocer lo que había en el cosmos creció en Argentina y aquel 13 de junio, las autoridades de la Municipalidad organizaron una función invitando a dos escuelas:
la Escuela de Comercio N° 1 de Banfield y el Colegio de la Santa Unión de los Sagrados Corazones del barrio de Flores.
Sin butacas -ya que todavía no habían sido colocadas- los chicos y chicas pudieron conocer como nunca el cielo de Buenos Aires y el Polo Sur.
¿Por qué “Planetario”? Simple: así se llama el instrumento que proyecta el cielo con los movimientos de los planetas. En 1967 (¡y hasta el 2011!) era un planetario modelo
Zeiss al que llamaban
"la hormiga", por su forma. Hace ocho años fue reemplazado por el actual
Megastar.
“El impacto de este lugar es enorme. Somos una Ciudad que divulga astronomía con un edificio icónico, un lugar del que visitantes no se olvidan nunca más. Todo eso representa un valor cultural y social enorme”, detalla
Estefania Coluccio Leskow, Gerenta Operativa
Cada año el equipo que integra el
Planetario Galileo Galilei planea, dirige y realiza presentaciones para públicos de diferentes edades.
Su objetivo es brindar información astronómica a los visitantes y realzar la enseñanza de la Astronomía dentro del sistema educativo mediante shows con relato en vivo. Esto posibilita que los estudiantes interactúen y despejen todas las dudas posibles.
Cada martes, miércoles y viernes la explanada del
Parque Tres de Febrero se encuentra llena de estudiantes esperando, con mucha emoción, conocer los secretos del Universo. Cada año, con cinco funciones diarias, pasan alrededor de 60 mil jóvenes por este
Patrimonio Cultural.
La visita inmersiva resulta tan maravillosa que queda evidenciado con la demanda de las instituciones educativas que, durante años, continúan superando la capacidad de la sala. El recorrido es estimulante y logra atraer la atención de estudiantes de diferentes edades.
“El Planetario es una herramienta pedagógica hermosa. Primero, a nivel general abarca la astronomía como parte del conocimiento, la experiencia vivencial de aprender de manera inmersiva es espectacular y es una forma diferente e intensa de llegar a los estudiantes”, comenta
Leskow
Los espectáculos están divididos en tres segmentos: para estudiantes de 4 a 8 años, de 9 a 14 y jóvenes de 14 a 18. El primero se trata de una función didáctica que les propone vivir una experiencia a bordo de una nave para visitar la Luna, descender a los planetas, sobrevolar nebulosas y descubrir galaxias muy lejanas.
“En movimiento” es el título del recorrido que pueden realizar los estudiantes de 4to grado de EP hasta 2do año de ES, dónde van a conocer si es posible quedarse quietos.
Spoiler: ¡No! Vivimos en un planeta Tierra que rota y se desplaza alrededor del Sol continuamente y sin detenerse nunca.
Por último, para los estudiantes más grandes se presenta el espectáculo inmersivo
“De la Tierra al Universo”. Es un recorrido para buscar comprender aquellas leyes físicas que nos rodean. Conocerán desde las teorías de los antiguos astrónomos hasta los telescopios más grandes de la actualidad.
Las impactantes imágenes interactivas, el ritmo vertiginoso de las proyecciones y la presentación en vivo con permanente participación del público, darán gran realismo a este viaje espacial que seguramente quedará para siempre en el recuerdo de todos.
“En los distintos niveles educativos se nota que van profundizando sus intereses sobre la astronomía, la exploración, la tecnología y la composición del universo. Acercarse a un monumento Histórico los predispone de la mejor manera. Cuando me paro a la salida de su recorrido y les preguntó si les gustó siempre se muestran fascinados”, explica la
Gerenta Operativa del Planetario Galileo Galilei.
Por su parte, el anclaje cultural de esta institución de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires también busca ampliar el horizonte para los jóvenes. Por eso, en abril surgió una propuesta para que mujeres de 15 a 20 años conozcan pares con los mismos intereses y sepan de científicas que trabajan en temas del espacio. Así nació
“Club del Cosmos”
Este espacio tiene base en Discord dónde se impulsan actividades presenciales como talleres, cursos, visitas a museos y charlas con científicos.
Su objetivo es tender redes entre interesados en la astronomía y la ciencia, al mismo tiempo que hacen amistades.
“Quienes tenemos a cargo la misión de divulgar ciencia tenemos que entender que es necesario dirigir la mirada hacia los más chicos para contribuir a expandir el conocimiento y poder despertar vocaciones científicas. ¡Qué sabemos cuántos perdimos en el camino por no inculcarles algún conocimiento científico! Se trata de un granito de arena”, explica
Estefania Coluccio Leskow
Entendiendo la importancia que representa, el
Planetario Galileo Galilei se posiciona como la oportunidad de ser un espacio que mejore la propuesta en el aula, dónde la física vinculada al espacio tenga un rol central para el conocimiento. Para acercar a los estudiantes es necesario
“contarles cosas fascinantes” para despertar su interés y que luego
“se sienten a aprender formas o ecuaciones”.
¿Cambió el mundo desde 1967 hasta hoy? ¿Cuál fue la teoría que más impactó en la historia? ¿Qué pensaríamos si nos pasamos la vida mirando las estrellas en el domo? Cada uno de los visitantes sale con un interrogante nuevo, lo que resulta fabuloso porque es una búsqueda necesaria para motivar los saberes. Una quimera, la vida mirando al Universo en lugar de mirar nuestro planeta.
“Divulgamos ciencia de la mejor manera posible teniendo en cuenta a todas las personas, ampliando la oferta porque comprendemos que la educación y el acceso es un derecho de todos”, concluye
Estefanía Coluccio Leskow, Gerenta Operativa del Planetario Galileo Galilei.Otras notas de esta sección