En los alrededores del Teatro Maipú, ubicado a unas cuadras de la estación de tren de Banfield, unos 200 estudiantes de diferentes colegios se amontonan y charlan previo al ingreso para vivir una experiencia única. Entre fotos y risas, la incertidumbre sobre lo que vendrá es tan solo uno de los sentimientos que se pueden captar en el ambiente.

La música que ambienta el lugar se termina, las luces se apagan y una voz ordena que hay que “dejarse atrapar por la magia del teatro”. Luego, las luces se encienden y empieza el show.

“Doña Rosita la Soltera”, de Federico García Lorca, es una obra que narra la vida de una doncella granadina quien, poco a poco, se va dando cuenta que, por dejar marchar a su prometido a América, corre riesgo de quedarse soltera para toda la vida. El mundo a su alrededor evoluciona, pero ella, insistente, mantiene la esperanza de que su amado volverá.

“Especialmente en esta obra queríamos acentuar las partes de comicidad y en ese sentido hay una música y una visual que acompaña. La verdad es que la respuesta de los estudiantes es maravillosa y esa función energética nos retroalimenta”, señala Gastaldi Rojas.

Este drama escrito en 1935 por el dramaturgo español es interpretado por Sentir Arte, una compañía teatral que entiende la importancia de esta disciplina al momento de articularla con los contenidos pedagógicos del aula.

“El teatro es un fenómeno plurilingüístico que es posible entenderlo desde diferentes ángulos, porque es la captación de lo total. Nosotros trabajamos mucho el criterio de receptividad, poniendo las herramientas necesarias al servicio del público”, explica Analía Gastaldi Rojas, una de las creadoras y actrices de la compañía.



Durante los sesenta minutos que dura la obra, los estudiantes se encuentran maravillados con las actuaciones de los personajes, quienes les dan vida a las vivencias de Rosita. Van transitando por momentos de risa, de tensión, de asombro, de duda y de frustración a medida que pasa el tiempo.

Es que Sentir Arte busca que los alumnos no sean simplemente unos observadores, los invita a ser espectadores activos y reflexivos desde una mirada consciente, entendiendo que es necesario utilizar la razón, la intuición, los sentimientos y las emociones. Se trata de aprovechar una oportunidad grandiosa para alfabetizarse en el mundo del arte.

Pero la obra dirigida y adaptada por Julián Márquez, no es la única que la compañía pone en escena La lista es extensa: “Los árboles mueren de pie” y “Prohibido suicidarse en primavera”, de Alejandro Casona; “Yerma”, “Bodas de sangre” y “La casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca; y “La Nona”, de Roberto Cossa. 

Además, poseen una adaptación de cuatro obras en un show que titulan “Currículum Vitae”, integrada por “Vengo por el Aviso”, de Cristina Merelli, “La historia del Hombre que se convirtió en perro”, de Osvaldo Dragún, “La isla desierta”, de Roberto Arlt y “Vocación”, de Jorge Maestro y Sergio Vaiman.

Para no ser solo una visita más dentro de las tantas que pueden tener las escuelas durante el año, Analía prepara una carpeta didáctica para que los docentes puedan articular los contenidos pedagógicos desde una experiencia diferente, como el arte teatral.

La visión de Sentir Arte comprende que las nuevas ideas que se desarrollan en los últimos tiempos necesitan de la comprensión de las instituciones educativas como un espacio dónde el aprendizaje se desarrolle a partir de la multidimensionalidad de los individuos.



“La enseñanza del teatro tiene un componente alfabetizador enorme que solamente es posible si los estudiantes y los docentes consumen teatro”, detalla Analía Gastaldi Rojas.

Esto resulta importante para que los estudiantes aprecien las obras desde las diversas dimensiones que el teatro tiene para ofrecerles. De esta forma, comprenderán como ciudadanos que el arte les dotará de herramientas necesarias para realizarse en sociedad.

Gian Lucca Passarelli, Marcela Soane, Manuela Iglesias Gastaldi, Alejandra Musacco (quién además es la otra creadora de la compañía), Gustavo Suárez y Analía Gastaldi Rojas son quienes interpretan a los diferentes personajes en “Doña Rosita la soltera”.

Una vez finalizada la obra, los estudiantes con sus docentes esperan que los actores se acerquen para poder sacarse fotos, charlar e intercambiar opiniones sobre lo sucedido arriba del escenario.

“Los pibes te llenan de amor, y uno tiene que estar a la altura de esa circunstancia”, concluye Gastaldi Rojas, creadora de la compañía teatral educativa Sentir Arte.