El estudiante en rol protagónico
Los docentes y las instituciones educativas apuestan cada vez más por la utilización de diferentes métodos de enseñanza interactivos y que les permiten a los estudiantes aprender a aprender. Entre ellos se encuentra Aula invertida.
Se trata de un método de enseñanza que se basa en modificar el orden tradicional de la clase buscando que el estudiante se vuelva el protagonista de su proceso de aprendizaje. Para lograr este fin, este modelo se apoya en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs), y ubica al docente en lugar de guía.
Aplicando Aula Invertida se le propone al alumnado que, antes de la clase, explore el material y los recursos brindados por el educador para que indagar sobre el tema que se abordará. Así, se da lugar a que en el aula se realicen actividades más interactivas y participativas, tales como: debates, actividades en el laboratorio, puestas en común, entre otras dinámicas. Así, los estudiantes adquieren un rol activo en su proceso de aprendizaje. Y los docentes no se limitan a ser expositores de contenidos, sino guías que acompañan el aprendizaje de sus educandos.
Marisa Gómez, Profesora de Lengua y Literatura mendocina, señala
“he utilizado este método, sobre todo en pandemia y lo sigo utilizando actualmente”. Menciona que aplica esta dinámica en sus clases por las siguientes razones:
“En primer lugar, porque como docentes debemos implementar estrategias y cambiar algunas para mantener a los estudiantes activos y participativos. En segundo lugar, porque se trabaja la oralidad y el juicio crítico, tan importante para que los alumnos desarrollen capacidades”.
El aula invertida promueve el aprendizaje activo. Es una estrategia enfocada en el aprendizaje de los educandos quienes, a través de la reflexión individual y la colaboración entre pares, adquieren saberes e incrementan capacidades como: la resolución de problemas, aprender a aprender, el pensamiento crítico, la comunicación, entre otras. Simultáneamente, a partir de esta estrategia, los estudiantes relacionan sus saberes previos con los nuevos para poder lograr una comprensión significativa y contextualizada.
Para lograr su objetivo principal, el aula invertida se apoya en cuatro cimientos:
- Entorno flexible: Los docentes fomentan espacios en los cuales los alumnos pueden elegir en qué momento y sitio aprender, adaptándose así a sus diferentes realidades, necesidades e intereses.
- Cultura del aprendizaje: Se sustenta en que los educadores nivelan los contenidos para que cada estudiante pueda aprender según su ritmo de aprendizaje. Y al mismo tiempo, les otorgan oportunidades para que estimen los contenidos y temáticas aprendidas, pudiendo así convertirse en los protagonistas de su proceso de aprendizaje.
- Contenido intencional y directo: Los docentes eligen saberes y recursos según las características de sus estudiantes, priorizando que este material les permita desarrollar la comprensión. De esta forma, se puede destinar más tiempo de la clase a realizar actividades que conlleven un mayor desafío, en las que empleen un mayor procesamiento cognitivo, para que los educandos puedan adquirir saberes y habilidades significativos y contextualizados.
- El docente como guía: El educador acompaña las trayectorias de cada uno de sus estudiantes, generando situaciones o espacios de retroalimentación en momentos claves y atendiendo sus dudas mientras aprenden.
"Generalmente, utilizo el aula invertida en Literatura: a la hora de abordar una obra o alguna antología. Pero, también con algunos temas de Lengua, por ejemplo: el texto argumentativo” comenta Gómez.
Diversas variantes de Aula Invertida
AULA INVERTIDA TRADICIONAL: luego de que los estudiantes han explorado los materiales y recursos propuestos por el docente, se usa la clase para resolver dudas, ampliar el contenido, para hacer retroalimentaciones.
AULA INVERTIDA DE DEMOSTRACIÓN: se llevan a cabo actividades que demanden seguir una serie de pasos para su desarrollo, como escribir un texto, realizar experimentos en un laboratorio, resolver un cálculo, tocar un instrumento, entre otras.
AULA INVERTIDA DE DEBATE: luego de analizar el material otorgado por el educador, en clase los estudiantes intercambian sus ideas y opiniones. Esta variante es utilizada para trabajar la argumentación sobre determinados contenidos y temas.
AULA INVERTIDA VIRTUAL: en ella se llevan a cabo actividades en aulas virtuales y el material proveído por el educador también está disponible en ellas. Además, generalmente se llevan a cabo ejercicios de fortalecimiento y repaso, que pueden ocurrir fuera o dentro de estas plataformas virtuales.
AULA INVERTIDA GRUPAL: el educador agrupa a los estudiantes para hacer trabajos que impliquen cooperación entre ellos, favoreciendo un clima de aprendizaje colaborativo, en el cual aprenden los unos de los otros. Por ejemplo: leer un libro y elaborar una reseña en grupos reducidos que promuevan la lectura del mismo.
Ventajas y consejos
Este método de enseñanza posee múltiples ventajas. Entre ellas se puede mencionar que los estudiantes emplean dispositivos tecnológicos para acceder y examinar la información proporcionada por el docente, lo que la transforma en contenido más interesante a la vista de los educandos. Otra ventaja que posee es que los estudiantes colaboran entre sí para apropiarse de los saberes.
A su vez, los estudiantes tienen mayor participación en las clases, lo que las vuelve más dinámicas. Con respecto a este aspecto, Gómez destaca que su experiencia utilizando esta estrategia,
“es muy buena, ya que los estudiantes responden muy bien y les interesa trabajar con diferentes actividades y otro de sus beneficios es que se respetan los tiempos de cada alumno, adaptándose así a sus trayectorias educativas”
Para adoptar este método en las aulas es preciso tener en cuenta algunos aspectos. En primer lugar, se deben organizar los materiales y los contenidos en torno a los objetivos que se pretenden alcanzar. En segundo lugar, los recursos que serán presentados a los estudiantes deben ser atractivos. Por último, se debe aprovechar al máximo el tiempo de la clase para realizar actividades que impliquen un mayor procesamiento cognitivo y a su vez para realizar la retroalimentación pertinente para que los estudiantes puedan comprender los conceptos y saberes.
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