¿Cuáles son las formas de enseñar y aprender sobre participación en el ámbito educativo? Sin duda, que uno de los mejores espacios para comprender la realidad escolar son los Centros de Estudiantes. Allí, los alumnos pueden intervenir con su voz en las decisiones de la escuela. También es vital para que puedan hacerse valer sus derechos.
Cabe destacar que su creación e implementación no se dio, de manera formal y reglamentada, hasta el año 2013. Un 3 de julio se sanciona la norma 26.877. Según dispone la nueva legislación, las autoridades educativas de todo el país
“deben reconocer los Centros de Estudiantes como órganos democráticos de representación estudiantil”, además de
“promover la participación y garantizar las condiciones institucionales” para su funcionamiento.
“La sanción de la Ley fue un logro importantísimo gracias al consenso de todos los actores de aquel momento”, recuerda Alberto Croce, Director de Articulación con la Sociedad Civil, perteneciente a la Subsecretaría de Participación y Democratización Educativa del Ministerio de Educación.
Además, contempla que los Centros de Estudiantes podrán
“elaborar su propio estatuto en correspondencia con la legislación nacional y de cada jurisdicción”, y subraya que
“en aquellos casos en que las disposiciones de esta ley se vieran incumplidas, los estudiantes y sus órganos de conducción podrán elevar su reclamo a la autoridad jurisdiccional o nacional, según corresponda”.
¿Sobre qué hablamos cuando nos referimos a un Centro de Estudiantes? Es un órgano democrático de representación de los estudiantes formada por los propios alumnos para defender sus derechos. Además, fomenta la participación juvenil dentro y fuera de la institución educativa.
¿Y para qué sirven? Forman a los estudiantes en prácticas democráticas, republicanas y federales; defienden los derechos humanos y el de los estudiantes, en especial, el derecho a aprender. Por otra parte, afianzan la libre expresión; reconocen la educación pública como un derecho; contribuyen a una mejora de la educación; promueven la participación de alumnos en los problemas escolares; insertan a los estudiantes en la sociedad a través de acciones que beneficien a la comunidad.
Para Belén Chañi, estudiante del Centro Polivalente de Arte E.P.E.S N°52 “Monona Donkin- e integrante de la Federación de Centros de Estudiantes Secundarios (FeCES) de Formosa, resalta que existen
“desigualdades respecto a las realidades” en cada uno de los Centros de Estudiantes.
“Hay lugares donde los movimientos y decisiones estudiantiles son prioridad en las instituciones y otros donde no hay siquiera un centro de estudiantes en la provincia”, afirma. Para Belén resulta fundamental
“modificar o exigir” el pleno cumplimiento de la norma.
“Hay muchos prejuicios a la organización estudiantes debido a la mirada adulto centrista que existe en la sociedad. Por ese motivo no se da lugar a la vanguardia o renovación de ideas. Los Centros de Estudiantes son trascendentales en la vida de los pibes y para su formación”, afirma Branko Jovanovich, ex presidente del Centro de Estudiantes del Colegio Don Bosco de Resistencia, Chaco, e integrante de la Mesa Federal de Centros de Estudiantes (MeFeCeS)
Es importante estar informado acerca de las actividades de los centros, quiénes son nuestros representantes y qué decisiones se toman en nuestro nombre. Es un hecho de participación política pequeño, pero lleno de importancia.
Para Wanda Pascal, presidenta del Centro de Estudiantes del Colegio J. Andrada de La Pampa, resulta fundamental
“empezar a organizarse para difundir estos espacios” porque se trata de una
“herramienta vital para democratizar” dentro y fuera de la escuela.
¿Cuáles son las actividades que pueden realizar los Centros de Estudiantes?
- Artísticas: funciones de cine, exposiciones, espectáculos musicales.
- Recreativas: organizar salidas, viajes, visitas guiadas.
- Educativas: intercambio de libros o apuntes.
- Solidarias: apadrinar una escuela rural, ayudar a centros de jubilados.
- Deportivas: organizar campeonatos de fútbol o de vóley.
- También pueden organizar debates, conferencias, publicaciones de revistas, folletos, etc.
Su conformación puede estar diagramada de diferentes formas. Así sea con delegados por curso (elegidos por los estudiantes de cada división), mediante asamblea (órgano máximo de participación estudiantil), comisiones de trabajo o en una comisión directiva (representa a los alumnos y coordina actividades)
¿Los centros de estudiantes sirven para hacer política? La palabra “política” significa ocuparse de los asuntos públicos, es decir, participar, formar parte de un conjunto social. En este sentido, un centro de estudiantes es algo político, lo que no quiere decir que deba pertenecer o representar a un partido político ni que su acción se limite a la protesta. Es una organización que permite el ejercicio de la democracia.
“¿Por qué no pensar a los centros de estudiantes como una herramienta útil para todos? Que sea un ganar-ganar para todos los sectores de la educación. Tiene que contribuir a que haya una educación de mayor calidad”, reflexiona Branko Jovanovich, ex presidente del Centro de Estudiantes del Colegio Don Bosco de Resistencia, Chaco.
En ese sentido, Alberto Croce sostiene que los Centros de Estudiantes son
“actores fundamentales” en la defensa de los derechos de los estudiantes.
“Me parece que cuando una institución tiene un Centro de Estudiantes habla de un equipo directivo y una comunidad educativa que se banca las opiniones de los alumnos como la dicen y no cómo quieren escuchar”, afirma.
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