Observando las falencias en lecto escritura que mostraban los estudiantes en Manizales, Colombia, la Fundación Luker junto con el Equipo de la División Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Secretaría de Educación local, decidieron implementar el programa Aprendamos todos a Leer (ATAL). Esta propuesta surgida en 2014, es una respuesta a la carencia en los aprendizajes que poseen más de la mitad de los niños de América Latina y el Caribe, quiénes no pueden leer y comprender un texto.

Su implementación está dada a partir de la reflexión sobre la necesidad de que, los que transitan la etapa escolar, logren culminarla con las competencias básicas para la comprensión lectora, fundamental para la vida adulta.

“Además, hay una necesidad de apoyar a los docentes en esta importante labor. El objetivo final es que todos nuestros niños puedan hacer un proceso de lecto escritura adecuado y acorde a las necesidades”, comenta Mónica María Bedoya Rojas, Profesional de Educación de la Fundación Luker.

Este programa busca que los docentes aprendan cómo enseñar a leer a los estudiantes desde temprana edad. Su diseño está basado en estudios e investigaciones relacionadas con la forma en la que el cerebro trabaja para aprender a leer, así como en las estrategias mejor catalogadas para enseñar esta actividad. De esta forma, Aprendamos Todos a Leer, está basado en el método fonético.



La Fundación Luker genera estrategias presenciales y digitales de gran impacto en la comunidad como la gestión del aula mediante la entrega de materiales de aprendizaje divertidos para que los niños mejoren sus habilidades de lecto escritura. Además, hay herramientas personalizadas para alumnos con dificultades y evaluaciones a medida para identificar las lagunas que se generan en el proceso de aprendizaje.

Según datos que nos comenta la organización la implementación adecuada de Aprendamos Todods a Leer durante cinco años aumentaría el rendimiento en lectura en pruebas estandarizadas en un 30%.

El programa, que se implementa en instituciones educativas oficiales de Manizales, responde a la problemática latinoamericana de que el 51% de los estudiantes de primaria tiene bajo desempeño en lectura. En la población con menor nivel socioeconómico, esta cifra alcanza a un 71%, mientras que el promedio de la OECD es del 23%. Estas cifras dan cuenta de una gran desventaja, al ser la educación el motor social y económico del desarrollo y la lectura la base principal del aprendizaje.

“El programa cuenta con dos niveles: el primero se trata de todo aquello que realizamos para desarrollar la metodología correspondiente entre el equipo de asesores, que se presenta periódicamente al aula, y el docente. La segunda parte se trata de la remediación, donde mediante una evaluación a los estudiantes de 3ro, 4to y 5to grado, nos focalizamos en aquellos que tienen más rezago. Para eso, un grupo de tutoras conforman grupos de seis o siete alumnos, a quienes les imparten tres sesiones semanales durante 14 semanas para avanzar en su proceso lecto-escritor”, detalla Bedoya Rojas.



Actualmente el programa beneficia a 703.277 niños y maestros de colegios públicos de Colombia y Panamá.

También la Fundación Luker tuvo que enfrentar la pandemia. Frente a la dificultad que apremió a un programa que está pensado para la presencialidad, se buscó ofrecer herramientas digitales que facilitaran el trabajo de los docentes durante el tiempo que duró el aprendizaje remoto. “Tenemos un canal de Youtube con más de 170 videos de apoyo junto a materiales que los estudiantes pudieron llevarse a su casa para el encuentro sincrónico”, comenta Mónica María Bedoya Rojas, Profesional de Educación de la Fundación Luker.

Además, en el último tiempo, la Fundación Luker cosechó varios logros internacionales de gran envergadura. Tras siete años de trayectoria, el programa “Aprendamos todos a leer” ha recibido el premio World Innovation Summit for Education 2021, uno de los de mayor prestigio global en temas educativos y conocido como el Nobel de la educación.

También fueron galardonados con el Premio a las Mejores Prácticas 2022 de la Fundación Klaus J. Jacobs debido a los logros que obtuvo ATAL a lo largo de estos años.