La enseñanza del Ajedrez en las escuelas Primarias se presenta como un gran aliado para el desarrollo de una educación efectiva. Su inserción en el aula permite que los estudiantes se interesen genuinamente en el aprendizaje teórico, con una rápida aplicación práctica, entendiendo que esta actividad no tiene por qué ser una instancia aburrida.

Afortunadamente en Argentina, desde hace ya más de un siglo, diversas instituciones se percataron de estos beneficios y de las oportunidades que ofrecía enseñar este deporte que tanto se popularizó en los años de la guerra fría.

Y no nos referimos tan sólo en las escuelas, ya que la enseñanza del ajedrez también se practicó en las penitenciarías, talleres ferroviarios y en cientos de clubes que comenzaban a inundar las calles de Buenos Aires.

¿La implementación del Ajedrez en las escuelas logró los resultados esperados?

Al momento de preguntarnos si una práctica educativa logró cosechar los resultados esperados, es muy necesario abordar el fenómeno desde múltiples perspectivas.



Podemos caer en la tentación de juzgarlo simplemente por los resultados cosechados en pruebas internacionales y comparando el nivel alcanzado por los practicantes en contraposición a sus pares a nivel regional y mundial. De todas formas, en este punto, los resultados hablan por sí mismos; si bien no tenemos una importante representación a nivel mundial, los deportistas argentinos han dominado la escena regional. Sin ir muy lejos, en la actualidad Sandro Mareco y Alan Pichot encabezan el ranking latinoamericano, quienes sumados a Fernando Peralta, Leonardo Tristan, Federico Perez Ponsa, Sebastian Iermito y Diego Flores marcan una importante presencia argentina dentro del top 30, logrando acaparar más del 25% del ranking.

Aunque como ya hemos mencionado, cuando se habla de niños en edad escolar, no todo se mide con méritos y logros deportivos, sino que el enfoque tiene que abordarse de manera más integradora y poniendo en el centro de la discusión cómo es la experiencia en el abordaje de la asignatura. Contactamos a Emanuel Moschen, quien vivió de primera mano la exitosa implementación del Ajedrez en la escuela 472 Bernardino Rivadavia, en la localidad santafesina de Reconquista. Según relata, pese a que tan solo pudo acceder a esta asignatura durante los últimos dos años de primaria (6º y 7º grado), eso fue más que suficiente para que se enamorara del deporte. Incluso, con excelentes resultados obtenidos, durante los años de secundaría pudo recorrer el país cosechando importantes resultados deportivos.

El ajedrez se ha convertido en un medio que le permitió a Moschen, en su época de estudiante, recorrer ciudades como Santa Fe de la Vera Cruz (Santa Fe), Cañada de Gómez (Santa Fe), Las Tunas (Entre Ríos), Santa Rosa (La Pampa), Puerto Rico (Misiones).  Posteriormente, también alcanzó importantes posiciones de podio durante los años en los que estudió Ingeniería, en la Universidad de Córdoba.
Su testimonio nos permite descubrir que si bien se puede pensar que el Ajedrez Escolar se limita a ser una asignatura que se enseña ligeramente, sin ofrecer un abordaje integrador y abarcativo, estaríamos muy equivocados.

Actualmente, cientos de Municipios trabajan integrados con distintos organismos provinciales e incluso nacionales, para que los estudiantes que disfrutan del ajedrez competitivo puedan tener una primera experiencia muy enriquecedora que les permita mantener su motivación a lo largo del tiempo. Respecto a su desarrollo académico, desde los primeros años de la primaría hasta el momento en que se alcanza el nivel universitario, el estudiante tendrá la oportunidad de abrirse paso hacia el ajedrez competitivo, con una base más que envidiable.

Otro testimonio al que pudimos acceder, que aporta importante valor a nuestro abordaje sobre La importancia del ajedrez en las escuelas primarias, es el de Mauro Caballero, un docente de 36 años que se desempeña en la Escuela IPET 300 - Plaza Minetti, localidad de Luque, en la provincia de Córdoba.

Según cuenta, desde su experiencia, el ajedrez es una materia que la mayoría de los niños disfruta, ya que, durante sus horas de clase, los alumnos se muestran mucho más concentrados y compenetrados que en el resto de las materias.

“Ahora que se viene el primer torneo local de la ciudad, los estudiantes están muy emocionados ya que van a tener la oportunidad de medirse contra chicos de otras escuelas y eso es algo nuevo que les emociona y los mantiene interesados en el aprendizaje”, relató el docente.



No obstante, la enseñanza del ajedrez en este caso, logró trascender los límites de la asignatura y permitió una integración muy importante. Según Caballero, en la localidad de Luque, también consiguieron un torno con el cual, muchos estudiantes avanzados pueden aprender a operar la maquinaria que emplean para manufacturar las mismas piezas que posteriormente se utilizan en las escuelas.
De esta forma, no solo se enseña ajedrez, sino que también se pueden aprender trabajos mucho más técnicos, en los que con unas pocas materias primas que por lo general son recicladas, se aporta mucho valor agregado. Estos mismos tableros y piezas de ajedrez estarán en exhibición durante el primer torneo local, que se disputará el próximo domingo 10 de Julio.

Lo mejor del evento, es que los estudiantes no solo se sumaron con mucha energía para participar del juego, sino que también pidieron tener un rol activo dentro de la organización. Tal es el caso de Ramiro Delgado, quien actualmente está cursando el 2º Año, quien estará a cargo de fiscalizar el evento, programando cómo se llevarán a cabo los encuentros y arbitrando los mismos.

Podemos asegurar que si bien el ajedrez ya no tiene la misma importancia histórica que supo tener años atrás, el abordaje académico, competitivo y social que se supo construir en torno a la práctica, ofrece a los estudiantes un espacio de dispersión y de acercamiento, con muchísimo potencial, que logra estimular la atención de los más jóvenes. Por lo tanto, no deben quedar dudas en cuanto al éxito que ha logrado la implementación de la enseñanza del Ajedrez en la Escuela.