Desde 2016 funciona un proyecto nacional cuyo fin es transformarse en un acervo cultural para la educación. “Las escuelas van al cine” es una política nacional que posibilita funciones de películas dirigidas específicamente a estudiantes primarios y secundarios de todo el país.

Su implementación se emparenta con una experiencia exitosa desarrollada en Francia que lleva ya más de 30 años acercando el mundo audiovisual a estudiantes y docentes. 

En esta versión nacional, quienes participan poseen un cuadernillo didáctico elaborado conjuntamente con la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica. Esta herramienta les permite realizar futuros análisis y debates dentro del aula.

“Teníamos estudios que los jóvenes no se acercaban al cine nacional y nos pareció una política importante para sostener la producción nacional. Además, permite generar idiosincrasia sobre un cine diferente al que ven en las plataformas”, explica Dana Jonas, coordinadora de “Las escuelas van al cine”

Mediante las distintas estrategias implementadas por las y los coordinadores del INCAA, niños, niñas y adolescentes descubren proyectadas en la pantalla grande las diversas historias que el cine argentino tiene para ellas/os.

Su objetivo es fortalecer el capital cultural de las audiencias a partir de las proyecciones y capacitaciones. Al mismo tiempo se promueve la articulación institucional y territorial para democratizar los mecanismos de circulación y exhibición de contenidos audiovisuales en el marco de escuelas públicas y privadas de todo el país.

“A lo largo del tiempo creamos cuadernillos para desarmar la producción audiovisual a partir de ejercicios, cajas de herramientas, ejemplos o sugerencias de cortos/largos, entre otros, para que tengan la posibilidad de trabajar previo y post proyección. Además, les permite ser utilizado en otras circunstancias para ajustar la mirada o entender cómo se genera una producción audiovisual”, detalla Jonas.

“Las escuelas van al cine” se propone llegar a zonas donde la población no tiene posibilidades de concurrencia a salas cinematográficas mediante una propuesta inclusiva.



La selección de las películas está a cargo de una Comisión constituida por miembros idóneos del área pedagógica y audiovisual en conjunto con la organización del programa. A los fines de la confección de la lista se toman en cuenta las opiniones de referentes regionales, que sugerirán películas de producción y/o realización local.

Las capacitaciones que brinda el INCAA consisten en una serie de modalidades: análisis de las películas, lenguaje cinematográfico, utilización pedagógica de las películas en clase, historia del cine argentino y latinoamericano, guion de la película, dramaturgia, dirección de fotografía, entre otros.

“Para los estudiantes es una experiencia transformadora y un derecho para quienes no pueden acercarse a la pantalla grande de ser parte del desarrollo cultural del país. Desde 2016, llevamos más de 120 mil alumnos -este año vamos 19 mil-”, concluye Dana Jonas.