La pandemia nos trajo una irrupción abrupta de las tecnologías en la educación. Docentes y estudiantes debieron empezar a utilizar diferentes herramientas para lograr que aquello que sucedía en la presencialidad pueda realizarse también en la virtualidad. La vertiginosa necesidad obligó a repensar cómo hacer posible el “Educar en la era digital”.

Ante esta realidad surge un libro escrito por autores mexicanos y argentinos, coordinados por Héctor Sevilla, Fabio Tarasow y Marisol Luna. Se trata de un intercambio de miradas entre especialistas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la Universidad de Guadalajara, En él, se nos invita a repensar la educación a partir de una perspectiva digital, entendiendo que las tecnologías son un aspecto que delinea la manera en que nos percibimos e identificamos.

A lo largo del libro “Educar en la era digital” las ideas de los expertos giran en torno al rol docente y su capacitación, la calidad educativa, la educación no formal, la enseñanza basada en proyectos, las identidades digitales, las tecnologías para el aprendizaje, el diseño en línea y los aprendizajes innovadores. 

Este estudio comienza con una pregunta que las diferentes plumas van a empezar a dilucidar a lo largo de las páginas: “¿Qué le corresponde ofrecer a la educación en los tiempos actuales?”. Es una invitación a reflexionar sobre un fenómeno que se instala en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Al mismo tiempo, se debe resaltar la necesidad de que la educación no sea hermética frente a los desarrollos tecnológicos, pero tampoco le corresponde abrirse sin una reflexión crítica ante los cambios de paradigmas. Una ciega adopción de las nuevas tecnologías, sin el ejercicio crítico que debiera ser consecuente, nos orilla hacia una nebulosa en la que las apariencias terminan por opacar las realidades.

“Es un libro coral, con muchas entradas y salidas, pero habla de las riquezas y las experiencias que hubo durante este tiempo al ver distintas realidades y sobre cómo las fuimos resolviendo durante la pandemia”, explica Fabio Tarasow, Licenciado en Ciencias de la Educación y coordinador del proyecto.



La propuesta nos invita a entender que el abordaje de los contenidos en la era digital debe darse a partir de planteos didácticos, psicosociales y filosóficos.

Por ello la publicación se encuentra dividida en tres partes: en la primera se enfatiza acerca de algunas perspectivas conceptuales y paradigmáticas del contexto actual de la educación. En la segunda se dirige sobre las implicaciones de los avances tecnológicos, y en la última se revisan las diferentes modalidades para las labores docentes actuales.

En este análisis, además, se plantea una necesidad importante: Cómo repensamos la educación en un contexto donde la presencialidad empieza a tomar protagonismo, entendiendo que es fundamental valorar los aprendizajes obtenidos durante un momento complicado para la educación, tanto social como individualmente. 

“El cambio en la educación viene a partir del pensamiento pedagógico que recupere la historia de la educación, sabiendo que la gasolina son las tecnologías. Es necesario entender que las herramientas digitales son las que terminan de armar ese pensamiento didáctico y pedagógico de base. También existen posibilidades de mejorar muchísimo la educación, aunque sea sin tecnología”, detalla Tarasow.

El texto pretende dejar en claro que es un vehículo para unir dos miradas contrapuestas sobre la implementación de tecnologías en la educación: aquellas que la ven como la panacea y quiénes la demonizan. Es cierto que la necesidad imperiosa de utilizar herramientas tecnológicas sin estar, en muchos casos, preparados pedagógicamente, representó un refuerzo en antiguos modelos educativos. La vuelta a la presencialidad nos encuentra viendo de qué manera se pueden utilizar aquellos aprendizajes de forma óptima para una mejora de las pedagogías.

Para el coordinador el Proyecto Educación y Nuevas Tecnologías (PENT) de FLACSO Argentina, estamos frente a una “presencialidad ampliada” que nos permite “enriquecernos” con aquello que nos dejó la vida en línea y “terminar” con la dicotomía de la presencialidad-distancia.



Para comprender la realidad es necesario adentrarse en cómo impactó en los diferentes actores de ese momento. En este caso, el rol del docente se vio fuertemente interpelado a partir de la irrupción abrupta de las tecnologías y la necesidad de trasladar aquello que sucedía en un aula física a la vida virtual. 

En este punto, Tarasow nos cuenta sobre un aspecto interesante: El sistema educativo argentino muchas veces impide que haya un análisis crítico sobre cuáles y de qué modo se utilizan ciertas herramientas en el trabajo pedagógico diario.

“Los docentes estamos en una cinta de correr donde nunca paramos, lo que nos impide planificar, innovar y hasta pensar en qué se hizo. El imperativo de los temas, del programa y de las horas nos impide generar un pensamiento crítico. Si un 1% de los docentes genera algo innovador y utiliza las tecnologías de manera significativa para producir aprendizajes profundos tenemos que estar muy orgullosos porque es ir contra la corriente”, sostiene.

En los últimos años, las tecnologías cambiaron nuestra percepción diaria en cuanto a las relaciones humanas, en cómo nos comunicamos, en la velocidad de la transferencia de información, entre tantas cosas más. Por eso la educación, no queda fuera de las implicancias que representa la incorporación de herramientas digitales que permitan mejorar tanto los aprendizajes como las forma de evaluar.

Es cierto que, como plantea el libro, es necesario hacer un análisis crítico sobre qué se va a utilizar y de qué manera para que tenga un impacto real en las capacidades del docente y el alumno. 

“Hay que pensar al docente como un pulpo, donde los diferentes brazos didácticos permiten darle sentido a las aplicaciones. Así es posible expandir mis capacidades para pensar otros entornos educativos, nuevas actividades, facilitar la resolución de tareas, por ejemplo”, detalla Fabio Tarasow, quien escribió el capítulo “Educación en línea, el diseño en línea como hackeo”.

“Educar en la era digital” es un libro que nos permite reflexionar a partir de ideas concretas y específicas para el aula con un contenido teórico sólido. “La riqueza está en la diversidad que aporta”, concluye Fabio Tarasow, Licenciado en Ciencias de la Educación y coordinador del proyecto.