El trabajo que viene realizando la
Dirección General de Escuelas (DGE) para mejorar la fluidez lectora en los estudiantes de primaria y secundaria de la provincia de Mendoza fue destacado por el
Banco Mundial como un ejemplo a seguir en Latinoamérica.
En el informe
“Gestión de evidencia: fluidez lectora y alfabetización, la experiencia de Mendoza” se evidenciaron las experiencias de enseñanza de lectura que se realizan en la provincia argentina. Al mismo tiempo, destacaron el valor de sostener políticas educativas con foco en la alfabetización.
En el año 2021 buscaron mejorar la capacidad lectora de las/los estudiantes a través de la implementación del
Programa de Fluidez Lectora. El objetivo fue trabajar la fluidez de la lectura de textos y realizar ejercicios para agilizar la comprensión de manera transversal en las diferentes materias.
“Tuvimos la necesidad de conocer la realidad de todo el sistema educativo de la provincia y así poder asignar los recursos de la mejor forma”, detalla
José Thomas,
Director General de Escuelas de Mendoza.
¿A qué nos referimos con fluidez lectora? Se trata de la lectura que se realiza sin esfuerzo que facilita la comprensión de los textos mediante la pronunciación y entonación adecuada de las palabras. Hablamos de una herramienta que iguala en oportunidades educativas y no estigmatiza a ningún estudiante, sino que lo acompaña a mejorar su trayectoria.
Desde 2018, las
Pruebas Aprender mostraban que uno de cuatro estudiantes de sexto grado de la provincia estaba por debajo del nivel básico en Lengua. La brecha entre estudiantes de menores niveles socioeducativos se amplió durante la falta de presencialidad.
Los resultados que mostró la Dirección General de Escuelas (DGE) dan cuenta de que:
- Hubo en Mendoza aceleración del retorno a la presencialidad.
- Se diseñó un operativo de evaluación de fluidez lectora que brindó información oportuna y pertinente para conocer el estado de los aprendizajes de cada estudiante.
- Se diseñaron e implementaron intervenciones orientadas a estudiantes que necesitaban más apoyo para recuperar sus aprendizajes, convirtiéndolo en una herramienta compensatoria equitativa.
- Se implementaron intervenciones exitosas: proveer clases estructuradas, acompañamiento pedagógico y horas adicionales enfocadas en lecto-escritura.
Los resultados positivos se observan en el Censo de Fluidez Lectora 2022:
- 59% de los estudiantes de los sectores más vulnerables avanzaron de nivel, un avance mayor al esperado de acuerdo con parámetros nacionales e internacionales.
- Se mejoró el aprendizaje de todos, y se redujeron las diferencias de resultados medidas por vulnerabilidad, ámbito, gestión y género.
- La asistencia a clases fue clave para mejorar la fluidez lectora. Se reafirma la importancia de la presencialidad y la apertura de escuelas para el aprendizaje.
“Es una información necesaria y concreta que nos permite tomar grandes decisiones, a bajo costo y con un operativo sencillo, sobre el refuerzo, apoyo y la asignación de recursos en las trayectorias débiles de los estudiantes”, explica
Thomas.
El censo llegó a 270.000 estudiantes en cada aplicación y, al mismo tiempo, se aprobó la Ley Provincial de Alfabetización (Ley 1438), que institucionaliza su uso como herramienta de gestión clave para mejorar la calidad y la equidad educativa.
Durante este proceso, el equipo técnico del
Banco Mundial ha brindado apoyo técnico a la Provincia para fortalecer la experiencia como herramienta efectiva de evaluación formativa para la mejora de los aprendizajes.
“Creemos que es necesario continuar desarrollando mayor análisis, investigación y desarrollo de los indicadores para tomar mejores decisiones. El otro gran desafío es multiplicar estos indicadores para tener una visión más integral de cada uno de los chicos y chicas”, concluye
José Thomas.
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