Bajo el lema
“Enseñamos a nuestros estudiantes a construir ideas increíbles”, la empresa
iBot4Fun desarrolla un programa para las escuelas, en el que se valora la ciencia, la tecnología, la robótica y la ingeniería. El objetivo fundamental es ofrecer a los niños y jóvenes un espacio de aprendizaje evolucionado por medio de la programación y la robótica con una mejor forma de enseñanza.
La educación STEM es un proceso participativo que permite a los estudiantes aprender y desarrollar ciertas habilidades en su vida diaria. Pensamiento crítico, trabajo en equipo, comunicación, razonamiento y análisis, concentración, creatividad e innovación, generación de ideas y resolución de problemas son algunas de las capacidades que pueden incorporar los alumnos.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de STEM?
Ultimamente esta sigla, que se forma por palabras provenientes del inglés, se encuentra en boca de todos. Se trata de una tendencia mundial en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas como pilares para el desarrollo sostenible y bienestar social. En el último tiempo, se incorporó el Arte, para el desarrollo del pensamiento creativo y de habilidades socioemocionales.
La propuesta, con una visión social e incluyente, está centrada en un aprendizaje basado en la solución de problemas y en el desarrollo de habilidades, indispensables para competir en el mundo laboral del siglo XXI.
Un tema trascendental es la relevancia que este tipo de habilidades tendrán a partir del 2030. Se estima que una gran cantidad de los empleos tradicionales desaparecerán y serán reemplazados por aquellos donde sean necesarias las habilidades STEAM.
Para eso es importante preparar a quiénes serán los profesionales del futuro, quienes serán los más demandados debido al uso que hagan de la innovación, la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
En una sociedad globalizada, dependiente de la tecnología y basada en el conocimiento, la educación STEM aporta mayor competitividad y productividad, siendo clave para el crecimiento y el desarrollo económico.
El comienzo de iBot4Fun se dio en 2018, cuando su fundadora y CEO,
Ana Habib, decide utilizar todo el conocimiento que le proporcionó su trabajo como consultora independiente para empresas canadienses en la industria minera y de hidrocarburos. Desde su experiencia, pudo observar que existía una falta de conocimientos sobre las habilidades STEM, lo que la condujo a problematizar y buscar una respuesta al cómo hacer para que los estudiantes promedios aprendan tecnología.
Al año siguiente y con robots que pudieron comprar, realizaron una prueba piloto en una escuela privada de México. Allí pudieron notar que los estudiantes veían a los robots como un juguete y no como una herramienta educativa.
“A partir de ese análisis, empezamos a diseñar nuestros propios kits con una lógica de escalabilidad, accesibilidad y utilización de material reciclado. Lo que sucedió fue que a los alumnos les llamó la atención este nuevo objeto que tenían en el aula”, explica Ana Habib, fundadora de iBot4Fun.
Con la confección de este kit de robótica educativa que se le entregó a cada estudiante, se comenzó a notar que lograban desarrollar diferentes habilidades a partir de una herramienta entretenida y una metodología que los acompañaba en el proceso de aprendizaje.
Nuevas tecnologías
IBot4Fun es una escuela de robótica y programación, acreditada por
STEM.ORG, que busca impulsar a los estudiantes a buscar carreras técnicas que les brinden herramientas para el futuro.
El programa de robótica que desarrollan en instituciones educativas consta de tres niveles:
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Eduteinment: los estudiantes desarrollan habilidades técnicas y blandas haciendo su primer circuito y conociendo el funcionamiento de componentes básicos de robótica.
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Advanced: aquí se comprende la introducción a la programación, como también el uso de herramientas avanzadas para construir sus propios robots.
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Pro: por medio del Design Thinking, los alumnos tendrán como reto desarrollar sus propios robots para competencias como proyectos que puedan brindar soluciones a problemáticas reales de la vida diaria.
En un rango de 6 a 22 años, el programa IBot4Fun, que desarrolla la Startup mexicana con sede en Jalisco, pretende que los alumnos tengan el conocimiento necesario para manipular sistemas robóticos y poder aplicarlo en situaciones problemáticas. La prioridad es desarrollar el conocimiento tecnológico y potencializar habilidades blandas como el trabajo en equipo, el razonamiento lógico, la creatividad y la imaginación de nuestros niños a través del desarrollo y diseño de robots.
“La robótica educativa es diferente a la enseñanza tradicional. Se rompen paradigmas. Los alumnos aprenden a poner las manos, armar y crear. Buscamos que se enamoren de algo nuevo y disruptivo a partir del empoderamiento de los niños y niñas”, concluye Ana Habib, fundadora de iBot4Fun.
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