Durante el transcurso de la pandemia en Entre Ríos se empezó a gestar la primera aula sustentable, donde la Escuela de Formación Agroecológica (ESFA) desarrolla sus actividades. La institución de nivel secundario es de modalidad rural con una fuerte impronta en convivir de mejor forma con la naturaleza.

Con el apoyo del Consejo General de Educación, se construyó un espacio con acceso a espacios naturales y con objetivos de conservación en la ciudad de Concordia.

La Escuela de Formación en Agroecología y Conservación es un proyecto de Educación Transformativa que se lleva a cabo a través de la Asociación Civil Luz el Ibirá, que amalgama objetivos de Educación y Economías Sustentables. Junto a la ayuda de la asociación civil TAGMA de Uruguay se trabajan ejes como el aprovechamiento de plantas silvestres - y también cultivables- de valor comestible pero no convencionales.

“Nuestra educación se encuadra dentro del coperativismo y el aprendizaje colaborativo de base, entendiendo que la naturaleza evoluciona sin competencia”, detalla la responsable del proyecto educativo, Mariana Acosta.

El surgimiento de estas iniciativas es el puntapié inicial para generar espacios educación para favorecer la agroecología y la conservación del medioambiente. Su objetivo es trabajar contenidos relacionados a todo aquello relacionado a lo ambiental.

El sistema de construcción es el denominado bioconstrucción, que busca trabajar con elementos reciclados y naturales. Entre los elementos de construcción destacaron las donaciones recibidas, como los postes de la Cooperativa Eléctrica, como de algunas empresas privadas para hacerse de los tanques de agua, paneles fenólicos, entre otros.

“Somos la primera escuela en agroecología, tenemos el acompañamiento del Consejo General de Educación para poner un nuevo espacio que se llamará Escuelas Comunitarias. Nosotros seríamos un intermedio entre las escuelas públicas y privadas”, contó Acosta, docente de Biología. El proyecto está presentado hace 2 años en el Consejo de Educación.



La premisa de la Escuela de Formación Agroecológica es tomar contacto con la naturaleza como forma de aprendizaje. La crisis ambiental que se vive actualmente puede empezar a revertirse desde la educación.

Está ubicada a la entrada de la reserva del perilago de Salto Grande, en las afueras de Concordia, a unos 500 metros del límite del cruce hacia la República Oriental del Uruguay. Se trata de una edificación de construcción sustentable porque aprovecha materiales locales, como el eucalipto, y hace un uso eficiente de los recursos naturales: su orientación bioclimática permite alcanzar una temperatura agradable en el interior, aprovechando la luz y las sombras. También tiene ventilación cruzada desde el entrepiso. Además, está pensada para recolectar y almacenar con tanques cisterna el agua de lluvia y el rocío.

Actualmente, a la ESFA concurren unos 30 estudiantes repartidos entre el Ciclo Básico y el Ciclo Orientado. Siendo una institución con modalidad rural admite aulas multiaño.

En agosto de 2021 publicó el libro “Silvestres comestibles de la A a la Z”, donde identifica varias especies de alto valor nutricional y detalla cómo prepararlas, con recetas incluidas. Se trata de plantas de alto valor nutricional que, por desconocimiento, no solemos consumir.

“La agroecología no es solamente la producción de alimentos para consumo sino entendiendo que la naturaleza es proveedora de nutrientes elementales y de ingredientes que nada tienen que ver con el mercado”, concluye la directora del proyecto educativo, Mariana Acosta.