La programación, la robótica y la inteligencia artificial ya no son temas del futuro: forman parte de las aulas de hoy. En ese contexto, Arduino, referente mundial en hardware educativo abierto, presentó UNO Q, una nueva placa que promete simplificar el acceso a la tecnología en la escuela.
El lanzamiento, realizado en Turín, coincidió con el anuncio de una alianza estratégica con Qualcomm Technologies, empresa que fabrica los procesadores presentes en millones de dispositivos móviles. De esa colaboración surge un producto que busca acercar el aprendizaje digital a más contextos educativos, manteniendo la filosofía abierta que caracteriza a Arduino. La gran novedad de la UNO Q es que puede programarse y funcionar sin estar conectada a una computadora.
Esto es posible gracias a una arquitectura “dual” —
confirmada por Arduino en su sitio oficial— que combina:
•    un procesador Qualcomm Dragonwing QRB2210, capaz de ejecutar Linux, gráficos y modelos de inteligencia artificial, y
•    un microcontrolador STM32U585, ideal para controlar sensores, motores y sistemas en tiempo real.
En palabras simples, es una placa y una mini PC a la vez. Incluye 16 GB de memoria interna, conectividad Wi-Fi y Bluetooth, puerto USB-C para periféricos, y el entorno Arduino App Lab preinstalado, que permite programar en C++, Python o con modelos de IA ligeros según el nivel de cada estudiante.
Desde una mirada educativa, esta versatilidad permite a los docentes plantear trayectos de aprendizaje progresivos dentro de una misma plataforma. Los estudiantes pueden empezar con ejercicios simples y avanzar hacia proyectos más complejos sin cambiar de herramienta ni depender de computadoras externas.
Cómo impulsa la innovación educativa
En el aula, la UNO Q abre nuevas oportunidades para el aprendizaje por proyectos y el trabajo interdisciplinario. Con una sola placa, los estudiantes pueden:
•    Explorar los fundamentos de la electrónica y la programación.
•    Diseñar prototipos con sensores y actuadores.
•    Integrar inteligencia artificial para tareas de visión o reconocimiento de voz.
•    Desarrollar proyectos de impacto social o ambiental, aplicando creatividad y pensamiento computacional.
“UNO Q es un ordenador completo pensado para que los estudiantes comprendan la lógica de la computación moderna y puedan crear sin barreras”, 
señaló David Cuartielles, cofundador de Arduino, durante la presentación. La accesibilidad de la herramienta es un factor clave: al poder operar de manera independiente, reduce costos y facilita su uso en escuelas con recursos limitados. Y al mantener su carácter abierto, los docentes pueden adaptar los materiales, compartir experiencias y construir comunidad pedagógica en torno al dispositivo.
La llegada de esta nueva generación de placas también plantea desafíos. Requiere formación docente específica en pensamiento computacional e IA, así como políticas institucionales que acompañen la incorporación tecnológica de forma sostenible. Con el respaldo de Qualcomm, Arduino proyecta expandir la red de desarrolladores y fortalecer la infraestructura educativa que rodea al ecosistema open-source. Esto podría favorecer que muchos prototipos escolares se conviertan en proyectos reales o emprendimientos innovadores, ampliando el vínculo entre educación y producción.
Más que una herramienta tecnológica.
Arduino UNO Q no solo representa un avance técnico: es una invitación a repensar el lugar de la tecnología en el aprendizaje. Su potencia, bajo costo y simplicidad la convierten en una aliada para integrar ciencia, arte y creatividad en experiencias de aula que promuevan el aprender haciendo.
La verdadera innovación educativa —como plantea el propio equipo de Arduino— no reside en el dispositivo, sino en cómo se usa para generar conocimiento, cooperación y pensamiento crítico.
En manos de docentes comprometidos, cada placa puede transformarse en un pequeño laboratorio donde la curiosidad se convierte en aprendizaje.
 
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