A partir de la iniciativa de un grupo de alumnos de la Escuela N° 4-228 “Eugenio Izsaky” se diseñó un proyecto que brinda soluciones a problemas cotidianos de la comunidad de Malargüe, Mendoza. El trabajo “Termoeléctrico” es el fruto de un año o más de labor de alumnos de 6to secundaria del año 2021. Ellos son: Emanuel Díaz, Mauro Carosella, Juan Gabriel Corvalán, Francisco Amaya, Brian Tilleria y Francisco Caratti.

Los jóvenes decidieron incorporar la ayuda social para un proyecto que utiliza Arduino y automatización, que se refiere al acto de hacer funcionar un proceso en específico con el apoyo de una computadora, sensores y actuadores. “Ellos me pidieron realizar un proyecto que, cuando sean padres y estén caminando con sus hijos puedan decirles que eso lo realizaron ellos”, comenta Andrés Ramírez, docente del Taller de Prácticas Preprofesionalizantes y quién estuvo guiándolos.

Los estudiantes realizaron una investigación previa sobre necesidades existentes en la comunidad de Malargüe, basándose en la energía renovable con el uso de un panel solar. El proyecto consiste en un módulo a disposición de la comunidad que brinda agua caliente utilizando un termotanque solar, puertos USB para cargar los celulares, conexiones eléctricas para distintos dispositivos y, a través de un compresor, la posibilidad de inflar bicicletas, pelotas y demás.

Para conseguir los materiales que la escuela no podía brindarles, realizaron recorridas por las diferentes empresas de la zona con el propósito de explicarles y fundamentarles su idea. El trabajo colaborativo en equipo, asesorados por sus docentes, dio como resultado que consiguieran los materiales necesarios. 



La gestación comenzó en abril del 2021 y fue un arduo trabajo hasta llegar al prototipo final. En principio, los alumnos conocieron la experiencia que se generó en Godoy Cruz, Mendoza, pero donde solamente el termotanque funcionaba para brindar agua caliente.

“Los chicos realizaron un trabajo muy bueno. Muchas veces sienten que lo aprendido durante su trayecto escolar no les sirvió de nada, pero siempre les recuerdo que tienen que valorar los conocimientos que tienen porque después se ve plasmado en la práctica”, señala Ramírez.

Con mucho orgullo, el proyecto que se planificó y se ejecutó quedará en manos de la comunidad en el Centro Polideportivo Municipal “Malal-hué”. Es un proyecto socio comunitario ejemplar que permite dar continuidad a innovaciones, nuevas iniciativas y hasta el mantenimiento por parte de los alumnos de los demás cursos. 

Actualmente la Escuela N° 4-228 “Eugenio Izsaky” se encuentra luchando por obtener un edificio propio para poder ampliar la matrícula que actualmente es de 250 alumnos. “Somos una escuela chica, pero con una demanda muy grande. Y a veces hay una mirada que la educación está mal, pero estos proyectos demuestran que hay futuro”, explica Andrés Ramírez, docente del Taller de Prácticas Preprofesionalizantes.