El concurso “Iniciativas Sustentables” de las Fundaciones Grupo Petersen, integrada por Fundación Banco San Juan, Fundación Banco Santa Fe, Fundación Banco Entre Ríos y Fundación Banco Santa Cruz, seleccionó un plan que pretende utilizar microalgas como herramienta para la disminución de la huella de carbono en el medioambiente.

En su sexta edición el programa está dirigido a organizaciones de la sociedad civil e instituciones educativas y culturales cuyo fin sea incentivar la planificación de proyectos sociales-sustentables, que beneficien y promuevan el desarrollo de las comunidades.

Una de las propuestas seleccionadas tuvo que ver con el proceso para desarrollar una variable a la problemática del efecto invernadero, llevado a cabo por el grupo de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ).

Alrededor de un 45% del total de las emisiones que producen el calentamiento global en el mundo (EPA, 2022) provienen de la agricultura y de la actividad industrial. Para mitigar los efectos ambientales que producen es necesario generar alternativas verdes y sustentables basadas en la bioeconomía. Con este concepto nos referimos a la producción basada en el conocimiento y la utilización de recursos, procesos y métodos biológicos para proporcionar bienes y servicios de manera sostenible en todos los sectores económicos.

Esta alternativa de los patrones de organización económica nos permitirá disminuir el impacto negativo sobre el medio ambiente y los recursos naturales.



Para ello, el equipo del Instituto de Ingeniería Química (IIQ) e Instituto de Biotecnología (IBT) de la UNSJ conformado por Cecilia Fernandez, Carla Groff y Rocío Gil, entre otros, presentó un proyecto que consiste en, mediante microalgas, capturar el CO2 generado en la industria de San Juan.

“Comenzamos a trabajar hace dos años porque nos interesó la posibilidad de reducir la huella de carbono y producir alimentos enriquecidos nutricionalmente. Nuestro objetivo es brindar un proyecto amigable y benéfico a partir de la economía circular”, detalla Fernández.

En la provincia existen importantes yacimientos para la extracción de piedra caliza -materia prima para obtener cal- que, junto con la elaboración de vino y cerveza, producen grandes volúmenes de dióxido de carbono, situación preocupante para el medioambiente.

En base a esta problemática se propuso utilizar microorganismos fotosintéticos -capaces de utilizar CO2, agua y energía solar para su crecimiento- durante la fermentación y producción de cales. Esto ayudaría a reducir la huella de carbono en las industrias.



“Las microalgas hacen fotosíntesis como una planta: se alimentan del dióxido de carbono y con la luz solar producen distintas estructuras, se multiplican y generan la biomasa que se puede utilizar en distintos procesos (biofertilizantes, biodiesel, bioplásticos o nutrientes, entre otros)”, detalla Carla Groff.

La realización de este proyecto trae consigo el aprovechamiento de esa producción en alto valor proteico, aceites y antioxidantes que crean microalgas para aumentar la rentabilidad del proceso a partir de la venta de los insumos derivados. “A nivel mundial ya existe la comercialización de este producto. Esta iniciativa permite acercar el campo de la investigación a la industria y generar una solución medioambiental”, afirma Rocío Gil.

En la sexta edición de “Iniciativas Sustentables” de las Fundaciones Grupo Petersen, cada iniciativa seleccionada obtuvo $5.000.000 para implementar en su escalabilidad. Con este dinero, el equipo de la Universidad Nacional de San Juan tiene previsto armar fotobiorreactores en una bodega local para obtener datos más certeros.