Las efemérides en general, y el 25 de mayo en particular, están tensadas entre dos extremos. Por un lado, estas fechas permiten reproducir celebraciones y costumbres que, desde el siglo XIX, construyen los Estados nacionales para reforzar el sentimiento de pertenencia a la comunidad política. Por el otro, estas fechas revisan estudios históricos a partir de análisis exhaustivos en muchos casos, cuestionan ciertas representaciones acerca de los hechos que conmemoramos. 

Esta nota busca reflexionar acerca de la participación de la mujer en la revolución de mayo   ¿Qué sabemos de las mujeres de la Revolución de Mayo de 1810? ¿Es posible que la Patria haya sido construida sólo por varones?

El proceso de Independencia del Río de la Plata que tiene como fecha clave el 25 de mayo de 1810, es el reflejo de la convulsionada década que se abre con las invasiones inglesas de 1806 y concluye con la Independencia 1816. Este período revolucionario tuvo a muchas mujeres como protagonistas, quienes empujadas tanto por las circunstancias y la vorágine del contexto, como también por una relajación temporal de las reglas patriarcales combatieron, espiaron, conspiraron y polemizaron al lado de sus pares masculinos.

En las últimas décadas con la renovación de las corrientes historiográfica, se dio lugar en la historia argentina a mujeres destacadas que participaron en el decenio 1806-1916. Entre ellas Manuela Pedraza, Martina Céspedes, Juana Azurduy, María Loreto Sánchez de Peón Frías, María Remedios Valle y Mariquita Sánchez de Thompson. Sin embargo, buscamos conocer un poco la labor del resto de las mujeres, con esas mujeres anónimas, las que no tuvieron tanto reconocimientos como las mencionadas anteriormente, pero si la misma entrega y compromiso con el sueño independentista. Indagaremos sobre cómo era su situación durante aquella época y qué actividades realizan durante aquella revolución del 25 de Mayo.


 

¿Cómo era la vida de las mujeres en las provincias del Río de la Plata en la época independentista?

Las mujeres de fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX vivían en una posición de subordinación, relegadas a las actividades del espacio privado, de forma que solo tenían dos opciones de vida a elegir: el matrimonio o el convento. 

Sin embargo, la crisis de la monarquía española y las nuevas ideas que surgieron de los movimientos emancipadores hispanoamericanos dieron oportunidades a algunas de ellas de convertirse en sujetos activos. Esto permitió que ocuparan roles importantes en el espacio público, adquiriendo un protagonismo relevante, transgrediendo con su actitud y sus acciones las barreras que la sociedad imponía a su género.  Esta irrupción en la escena pública perduró solamente en el contexto de guerra, transcurridos los hechos bélicos la gran mayoría de las mujeres destacadas en esta época fueron nuevamente relegadas a las actividades de hogares o en los conventos o condenadas a morir socialmente al ser olvidadas sus acciones.
 

¿Qué hacían las mujeres en el proceso revolucionario del 25 de mayo? 

Su participación de las mujeres en la actividad y compromiso políticos se manifiesta de múltiples y diversas formas:  

Por un lado, existía la colaboración de mujeres en actividades conspirativas organizando en sus residencias reuniones y tertulias en donde hasta altas horas de la noche se discutían las nuevas ideas políticas que llegaban de Europa y se planeaban las acciones emancipadoras que se llevarían a cabo.

Otras, realizaban tareas de espionaje para la recolección de información acerca de cómo estaban organizados los ejércitos realistas, esta labor permitió la conformación de redes de información en todo el territorio que proporcionaba información muy valiosa a los ejércitos patriotas. Esta red de espías también tenía la función de propagar las ideas emancipadoras y de persuadir a los criollos respecto a la causa independentista. Esta tarea sin duda tuvo mucho valor para las contiendas bélicas de aquellos tiempos y fue una estrategia muy efectiva.

Las mujeres de un estatus económico alto de las diferentes provincias del Río de la Plata, donaban joyas y dinero a la causa independentista, el que era utilizado para la comprar de elementos e insumos básicos que se necesitaba para la guerra, principalmente alimento y vestimenta.  

Cabe destacar que gran cantidad de mujeres participaban directamente en los campos de batallas, acompañando a las tropas, portando armas y siendo miembros de las guerrillas patrióticas o como soldados, en ocasiones algunas vestidas de hombres para ser aceptada entre la tropa. También realizando tareas de enfermeras haciendo curaciones y cuidando heridos, enterrando a los caídos en batalla y otras como cocineras también en los mismos campos de batallas.


 

Conclusiones

Esta fecha tan importante para nuestro país nos tiene que permitir a los argentinos y las argentinas pensar en la importancia que tiene el reconocimiento en la participación política y ciudadana de la mujer en la historia y en la actualidad.  Poder adquirir como sociedad una conciencia histórica crítica, nos permite desentramar la historia argentina, desnaturalizando los estereotipos de género construidos culturalmente sobre nuestra propia historia. Poder reconocer, dar voz, y sacar a la mujer en la historia, del lugar de lo privado y lo íntimo de la familia, para que se la reconozca como sujeto de derecho y con un rol activo al estado público.

El indagar en las figuras femeninas de la revolución de mayo permite reflexionar críticamente y deconstruir el concepto del “prócer” y el concepto de “padre de la patria” como una idea exclusivamente masculina.

Debemos generar cuestionamientos sobre nuestra historia, resignificar el pasado, para construir un mejor futuro, aunque en el pasado no se haya dado lugar, ni reconocimiento, a la participación política de las mujeres. Las mujeres hicieron y hacen historia cotidianamente.

En definitiva, las mujeres de todos los estratos sociales participaron, cada una con sus posibilidades, en la gesta independentista. Dos cuestiones quedan claras, la liberación jamás habría sido alcanzada sin ellas y que el amor por la patria no tiene género.