En La Paternal, barrio de Buenos Aires con impronta obrera, una institución educativa con sus estudiantes provenientes de diversos asentamientos, gestionó una idea que busca mejorar las habilidades de lectoescritura.

Estudiantes de primer año de la Escuela de Comercio N°20 “Juan Agustín García” crearon libros álbum a partir de lo que sucede en sus paredes.

“Un libro sobre mí” conecta el recorrido personal de cada estudiante para fomentar la expresión personal y la autoexploración mediante la creación literaria.

“Siempre observo los bancos y las paredes de la institución. Los grafitis, dibujos, números de teléfonos o arrobas de redes sociales demuestran una forma, unas ganas de expresión subterránea que muchas veces se ignora, y hasta desprecia”, comenta Leandro Montaña, docente a cargo del proyecto.

Esta idea comenzó hace “casi una década” con unas tímidas actividades y logró crecer hasta complementar ejercicios. Los libros que residen en la Biblioteca Escolar son una reserva documental importantísima para motivar a los estudiantes y que vean que son capaces de realizar distintas obras artísticas. Este trabajo necesita que cada estudiante bucee en sus deseos, gustos y planes para integrar ese humus subjetivo en un producto realizado.



Es cierto, además, que las dinámicas de la escritura suelen aparecer desconectadas de los procesos más complejos. Es así como la creatividad en los estudiantes aparece compartimentada en la asignatura “Lengua y Literatura”.

“Muchos alumnos se quedan pensando cuando se les proponen actividades de escritura: no se les ocurren ideas o no les parece importante lo que piensan. Ahí es dónde bajan los brazos y se desaniman. Este proyecto va a lo que tenemos dentro: lo vivido, nuestros gustos, lo que imaginamos”, expresa Montaña.

“Un libro sobre mí” está sustentado en los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios que, para el Ciclo Básico, es “ofrecer situaciones de enseñanza que promuevan la valoración de las posibilidades de la lengua oral y escrita para expresar ideas, emociones y puntos de vista”.

La materia prima de los escritos son las vivencias de cada estudiante, su descripción y autopercepción, sus recuerdos familiares, sus gustos, sus canciones favoritas, sus ídolos, entre otros temas. 

Alguno de los pasos que fueron realizando los estudiantes de la Escuela de Comercio N°20 “Juan Agustín García” son:

-Lecturas de textos autobiográficos

-Autodescripción del estudiante

-Indagación sobre el contexto de cada estudiante (de dónde surgió su nombre, por ejemplo)

-Imaginar el mundo del futuro

-Empezar a escribir



“Los estudiantes pudieron incorporar como herramientas pedagógicas las vivencias de uno mismo, de sus amigos o familiares. Es como decirles “vos sos alguien””, detalla Leandro.

El resultado es un objeto de arte único de cada estudiante, que sale de su propia creatividad. De esta manera logran vivenciar el camino realizado.

El objetivo de que puedan realizar sus propios libros se cumplió, y superó las expectativas. Una gran Feria Regional y dos menciones destacadas consecutivas: la Feria Jurisdiccional y en la Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología que se realizó en Tecnópolis.

“Vimos a nuestras evaluadoras llorar de emoción al darnos la última devolución. Eso generó que los estudiantes se dieran cuenta de la importancia que representó cada trabajo. Fue una experiencia que nos dejó un sello”, concluye Leandro Montaña, docente a cargo del proyecto.