¿Sabés cómo se desechan los medicamentos vencidos?
Seguramente cuando fuiste al botiquín de tu casa a buscar un fármaco que necesitabas, te diste cuenta que alguno ya no se podía consumir y lo tiraste a la basura. Ese procedimiento, habitual en cada casa de Argentina, esconde un peligro ambiental enorme.
Un estudio de 2021 del
Proceeding of the National Academy of Sciencies (PNAS) encontró grandes cantidades de ingredientes farmacéuticos activos en varios ríos del planeta.
Para graficar: durante 2007 un grupo de investigadores analizó las aguas cercanas a Hyderabad (India). Se encontró que la concentración de antibióticos excedía a la presente en la sangre de las personas que ingerían esos medicamentos.
En Argentina, estudiantes de la
Escuela de Educación Secundaria Técnica (EEST) N°1 “República del Paraguay”, de
Ituzaingó, idearon un proyecto para prevenir y disminuir los efectos nocivos que el desecho inadecuado de medicamentos causa en la flora, fauna, el clima e incluso, para nuestra salud.
“Medicamentos ecotóxicos” surge de la inquietud por saber si los fármacos, y su mal uso una vez vencidos, producen contaminación en el medioambiente. El trabajo de los alumnos de la
Tecnicatura en Química tuvo dos partes: en la primera, realizaron encuestas para conocer de qué forma las personas desechaban los medicamentos vencidos. La segunda etapa se trató de la siembra de diferentes semillas y el riego de algunas de ellas con soluciones de diferentes fármacos a fin de descubrir qué efecto causaba.
“La mayoría de las personas tiraban los medicamentos en la basura, un pequeño porcentaje en el inodoro y otro, lo guardaba porque no sabía qué hacer. Además, con la experimentación observamos que se afectaba el desarrollo de las plantas y que, tras varios usos seguidos de la misma tierra, estas ni siquiera progresaban inicialmente”, nos comenta
Esther Voiro, docente de Química y coordinadora del proyecto.
Su objetivo es proponer una Ley de Etiquetado en el packaging y en el prospecto que indique que son residuos peligrosos.
¿Cuántas personas saben que las farmacias son el lugar correcto para desechar un medicamento una vez caducado? Pocas. A eso se suma que, según las encuestas que pudieron realizar los estudiantes, un 74% de la gente nunca consideró que las incorrectas disposiciones de los fármacos puedan afectar al medioambiente.
“A nivel familiar, se propuso que en cada casa haya un recipiente de color rojo dónde puedan depositar los medicamentos vencidos para facilitar su disponibilidad al momento de ir a la farmacia”, explica
Voiro.
El proyecto que comenzó en 2018 con estudiantes de 3er y 4to año resultó ser ganador en la
XXIV Feria Regional de Educación, Arte, Ciencia y Tecnología que se llevó a cabo en Merlo, provincia de Buenos Aires.
“En Microbiología de 7mo estamos estudiando la microbiología de esos suelos”, concluye
Esther Voiro, docente de Química de la
EEST N°1 “República del Paraguay” de Ituzaingó.
REUTILIZAR EL DESCARTE
El consumo de cerveza artesanal en Argentina creció considerablemente durante los últimos años. Un informe de la Cámara Argentina de Productores de Cerveza Artesanal indica que el rubro creció un 40%, con más de 1500 productores en todo el país.
En la producción de cerveza, los granos son macerados para extraer azúcares. Los restos de grano húmedo, o bagazo cervecero, solían ser descartados. Se generan 600 g de bagazo por cada litro de cerveza elaborada, lo que constituye el 85% de los residuos de esa industria.
Dicho descarte implica dos problemas: el primero, es que produce un grave daño ambiental. Su descomposición genera metano, un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que el dióxido de carbono. El segundo problema es que se pierde una gran oportunidad: se trata de un subproducto estrella que se puede utilizar para múltiples funciones como la producción de energía por combustión directa, la producción de biogás por fermentación anaeróbica y la producción de carbón.
Los estudiantes de 7mo año de la
Escuela de Educación Secundaria Técnica (EEST) N°1 “República del Paraguay”, de Ituzaingó, están diseñando un proyecto para transformar ese descarte en macetas biodegradables.
Esther nos contó que hubo una primera propuesta de los alumnos para crear macetas de papel, pero que ella les insistió en buscar un residuo que pueda utilizarse, y así, originar un proyecto más consistente. Así fue que su yerno, productor de cerveza artesanal, le comentó que no sabía qué hacer con el bagazo que sobraba en cada preparación. Desde ese momento los alumnos pusieron manos a la obra.
“Este producto reemplazaría las macetas negras que todos conocemos para poder enterrar las plantas sin necesidad de dañarlas o romper sus raíces. El bagazo contiene muchísimos nutrientes y en un mes la maceta se disolvió totalmente”, cuenta
Voiro.
En Argentina durante el año pasado el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, dentro del Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, presentó una propuesta para incorporar al bagazo cervecero al Código Alimentario Argentino, y así poder utilizarlo como ingrediente de elaboración de distintos productos.
Bajo el paradigma de la economía circular, el proyecto de los estudiantes de la
EEST N°1 de Ituzaingó permite la reducción del efecto invernadero y se reinserta un producto descartado al sistema productivo.
“Estamos mejorando la calidad de las macetas y, al mismo tiempo, en conversaciones con la Secretaría de Medio Ambiente local para ver cómo podemos expandir el proyecto”, explica la docente Esther Voiro.Otras notas de esta sección