En 1964 Marcelo Botín Sanz de Sautola y Carmen Yllera, su esposa, decidieron crear una organización para promover el desarrollo social en Cantabria, España. Así es como surge la Fundación Botín, un espacio que contribuye al desarrollo integral de la sociedad, explorando nuevas formas de detectar talento creativo y apostar por él para generar
riqueza cultural, social y económica.
Mediante cinco áreas de actuación, la institución apuesta a potenciar diferentes espacios de la sociedad. La Fundación procura una educación que promueva el crecimiento saludable de niños y jóvenes. Además, mediante distintos programas, los estudiantes potencian su talento y creatividad para ser personas más autónomas, competentes y solidarias.
“Hace más de 55 años que pretendemos identificar nuevas formas de hacer las cosas y apoyar a aquellas personas que son capaces de ponerlas en marcha. Nuestra forma de trabajar se concreta en que el encuentro educativo entre el docente y el estudiante sea fructífero para ambos”, afirma Javier García Cañete, Director de Programas de la Fundación.
Botín decidió involucrarse en la Educación alrededor del año 2005 participando de un encuentro con gran número de expertos, en lo que decidieron llamar
“Plataforma de innovación educativa”. Esta convocatoria tenía como objetivo indagar sobre las prácticas del área educativa que estaban ocurriendo en diferentes partes del mundo. Así fue que determinaron que iban a desarrollar un programa para fomentar las habilidades socioemocionales.
“Nos parece que las artes son un instrumento especial para trabajar este tipo de habilidades. Además, nos interesa que sea posible incorporarlas en cualquier materia por lo que diseñamos un banco de herramientas para que, mediante actividades audiovisuales, se incorpore a la clase de matemáticas, por ejemplo, una variable como la empatía”, detalla Cañete.
El
Programa de Educación Responsable pone en primer lugar a la educación emocional de los estudiantes en su proceso de aprendizaje, determinándola como una variable fundamental del bienestar y el desarrollo de los alumnos. Los recursos educativos utilizados se aplican en distintas áreas curriculares y contextos escolares. Se elaboran desde la Literatura, la Música y las Artes Plásticas y Visuales, orientados específicamente al perfil de cada centro educativo que decide implementar el proyecto.
Junto con la Conserjería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria buscan favorecer el crecimiento físico, emocional, intelectual y social de las personas. Cerca de 150 mil alumnos reconocen una mejora en su confianza, en el desarrollo del autocontrol, el cuidado de la salud, en sus habilidades sociales y la toma de decisiones a partir de integrar el programa de Educación Responsable de la Fundación Botín.
La primera aplicación del programa se dio en instituciones de Cantabria. El gran desempeño permitió que el modelo se extendiera para crear una Red de Centros de Educación Responsable en Madrid, La Rioja, Navarra, Galicia, Murcia, Castilla y León, Aragón, la Comunidad Valenciana. Además, cuenta con extensiones en Uruguay, Chile y México. Ya son más de 500 centros educativos los que forman parte de la Red.
Actualmente, son pocas las herramientas existentes que investigan sobre la Inteligencia Emocional. Aún así, la Fundación Botín diseñó y validó científicamente un instrumento que permite medir estos atributos en los niños y jóvenes adaptados al contexto cultural pertinente. Esto posibilitó conocer los resultados obtenido mediante los programas de educación emocional y social, y así medir el impacto real de los programas.
“En Primaria, por ejemplo, vimos que en creatividad hay una diferencia de 21 puntos porcentuales entre los grupos que aplicaron el programa de Educación Responsable y quiénes no. Para Secundaria el porcentaje de mejora en la empatía fue de hasta 15 puntos”, detalla Javier García Cañete, Director de Programas de la Fundación.
El proyecto más importante de la Fundación es el
Centro Botín, inaugurado en junio de 2017 en Santander. Se trata de un centro de arte cuyo objetivo es aportar un punto de vista diferente en el mundo del arte y cuya misión social es potenciar la creatividad de todos los públicos para generar desarrollo y riqueza social.
“Las actividades que se llevan a cabo permiten desbloquear la creatividad de los estudiantes”.
Así, junto a sus exposiciones tanto de la colección de la Fundación Botín como de artistas internacionales, con la idea de ofrecer al visitante más oportunidades de conocer y disfrutar de lo mejor de la oferta artística internacional en un enclave inspirador, el
Centro Botín cuenta con una gran variedad de actividades artísticas, culturales y formativas, que año tras año se materializan en una programación variada que incluye conciertos, ciclos de cine, espectáculos de danza y teatro, diferentes tipologías de visitas a las exposiciones, talleres, cursos, etc.
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