La Escuela de Educación Secundaria Técnica N°7 “Taller Regional Quilmes” (IMPA) recibió una aeronave que se averió el 20 de febrero de 2018 en el aeropuerto de Mar del Plata. En ese momento, la máquina sufrió una falla mecánica en el tren de aterrizaje, por lo que no pudo desplegarse totalmente y debió aterrizar de panza. Debido a este incidente, el avión fue raleado por la Fuerza Aérea y entregado a la institución como equipamiento para el aprendizaje.

El establecimiento educativo funciona desde 1957 en el Área de Material Quilmes. Allí los más de 1000 estudiantes que cursan los siete años de instrucción pueden optar por dos especialidades: Técnico Aeronáutico, orientado a electromecánica, o Técnico Aviónico, relacionado a la electrónica del avión.

Estamos hablando de un avión bimotor a pistón, adquirido durante 1968, con capacidad para dos pilotos y seis pasajeros. El mismo se utilizó para transportar personal y ser enlace de unidades y comandos.

En su último año los alumnos deben realizar prácticas profesionalizantes para consolidar, integrar y/o ampliar sus capacidades y saberes de cara al perfil profesional escogido. La donación de un avión de estas características implica no solamente adquirir nuevas aptitudes con miras a un futuro laboral, sino también mantener viva una parte de la historia del país.

Cuando llegan a séptimo se arman grupos para presentar diferentes proyectos. Debido a la trascendencia que tenía poder restaurar un avión que participó en la Guerra de Malvinas, para ser expuesto en la institución como material didáctico, el grupo de estudiantes de entre 17 y 18 años del IMPA logró un impacto enorme.

“Los 14 integrantes nos dividimos en tres grupos: los de estructura, quiénes reacondicionaban los materiales internos; los de sistemas, que debía conectar los sistemas hidráulicos, lubricantes y de combustibles; y los que se encargaban de motores, que montaban los accesorios necesarios al motor”, explica Lucas Ibarrola, uno de los estudiantes que forma parte del equipo.

El grupo está conformado por Lucas Ibarrola, Agustín Bardin, Ignacio Delgado, Lautaro Puig, Federico Franco, Mateo Viana, Joaquín Flores, Tomas Guglielmucci, Tomás Castez, Tomás Calero, Alejo Enrique, Matías Martínez, Nicolás Mato y Gerónimo Bergantino. Cada proyecto presentado esta acompañado por dos docentes. En este caso fueron Luis Frontini y Leonardo Calienni.

A pesar de las dificultades que representaba restaurar un avión en tan mal estado, y los costos elevados que iban a precisar, los alumnos no se desanimaron y empezaron con un relevamiento sobre qué piezas tenían en la institución y cuáles faltaban.

La posibilidad de contar con otras dos aeronaves parecidas en la escuela, permitía conseguir ciertas piezas. Según Lucas, este trayecto les permitió “formarse” para un trabajo futuro.



Un aspecto muy importante durante el desarrollo del proyecto fue el nombre con el que fue bautizado la aeronave. El Aero Commander T-133 se llama “55 Héroes” en homenaje a los caídos de la Fuerza Aérea Argentina en el conflicto bélico.

“En la escuela conocemos la gesta, pero a principio de año desconocíamos la historia del avión. A pesar de no haber llegado a Malvinas reconocimos la importancia de quiénes se quedaron en el continente. Adoptando el nuevo esquema de baja visibilidad de la Fuerza Aérea (FFAA) decidimos dibujarle las islas en la cola y bautizarlo con el nombre de estos 55 héroes. Va a quedar en la historia de la escuela recordando ese momento”, explica Lucas.

A fin de año, los estudiantes de la Escuela de Educación Secundaria Técnica N°7 “Taller Regional Quilmes” presentaron su proyecto en la Muestra Anual de Proyectos y Trabajos Prácticos. Allí, el Aero Commander salió de la plataforma de base y rodó hasta el sector de aeronáutica. 

“El avión vino para tirarse: no tenía luces, las chapas estaban cortadas y se encontraba despintado. Nosotros lo dejamos en condiciones de vuelo, pero va a quedar como material didáctico en la escuela para los estudiantes que vengan. Lo que logramos va a quedar para siempre”, concluye Ibarrola.