Un grupo de estudiantes de 3er grado de la
Escuela N°280 “Provincia de Córdoba”, de Catamarca, se planteó la posibilidad de poner en marcha una idea institucional para mejorar el viejo edificio con tejas de la
Estación de Trenes de Recreo.
El patrimonio cultural ayuda a definir el sentido de identidad de un pueblo, hace parte de su historia y es una fuente de cohesión social y orgullo colectivo. Además, puede convertirse en un activo económico vital que impulse el desarrollo sostenible.
El proyecto
“Guardianes de nuestro pasado: ¿qué perdemos si se pierde?” se creó para ser presentado en la
Feria de Ciencias, un espacio que aplica la estrategia de valoración dentro de la línea de evaluación formativa.
“Pudimos vivenciar mediante el conocimiento áulico la historia de nuestra comunidad. Con visitas guiadas a la estación de trenes visualizamos que actualmente hay espacios en uso y otros que no”, explica
Sonia del Valle Carrizo de Morales, docente asesora del Proyecto.
La ciudad de Recreo surge a partir de la inauguración del trazado ferroviario un 9 de mayo de 1875, a raíz del decreto presidencial de
Domingo Faustino Sarmiento 5 años antes para construir
el trayecto Alta Córdoba-San Miguel de Tucumán.
Actualmente, en el espacio se observan problemas estructurales.
El objetivo de esta tarea es que la comunidad ponga manos a la obra para recuperar la memoria colectiva. El grupo escolar no quiere que siga habiendo pérdidas de espacios ferroviarios que tanto valor poseen para la historia de los pueblos.
“Buscamos una conservación cultural porque el abandono nos duele y estos espacios pueden ser recuperados y revalorizados. Queremos ser motor de difusión para darle un valor trascendente a los lugares históricos que tiene nuestra comunidad”, explica
Sonia.
Ya en su nombre el proyecto plantea una pregunta:
“¿qué perdemos si se pierde?” y para los integrantes de la
Escuela N°280 “Provincia de Córdoba” significa no olvidar
“nuestras raíces, nuestro pasado y la esencia como comunidad”.
“A diferencia de otras comunidades, Recreo permaneció en actividad ferroviaria -aunque muy disminuida durante los ´80-, y mutó hasta convertirse en una ciudad industrial con continuo crecimiento. La importancia de tener una memoria histórica desde las escuelas es que nos permite observar el presente con mayor detenimiento”, sostiene la docente asesora del proyecto.
“Guardianes de nuestro pasado” les permitió a los estudiantes aprender sobre historia y conocer en profundidad acerca de los artesanos gastronómicos locales que siguen preparando
“la tableta”, un producto tipo alfajor realizado con harina y zapallo.
Tras presentarse en la
Feria de Ciencias, el grupo prevé solicitar la declaración como
Monumento Histórico a la estación de trenes de
Recreo para recuperar el viejo edificio de tejas inglesas como espacio cultural, pretendiendo crear un
Museo Histórico Ferroviario que salvaguarde los elementos trascendentes que identifican a la comunidad.
“Las escuelas son el ámbito principal de apropiación de conocimiento sistemático, incluso de saber popular, y donde confluyen las familias y la comunidad. Los docentes debemos plantar la semilla de la identidad y la pertenencia, ya que estamos en un escenario de formación y socialización para construir comunidades que no se olviden de su pasado y puedan, en el presente, construir futuro”, concluye
Sonia del Valle Carrizo de Morales, docente asesora del Proyecto.
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