Para tener un mundo cada vez más amigable con el medioambiente debemos apropiarnos de dos acciones principales: la
sustentabilidad y la sostenibilidad. Basándose en estos preceptos, las alumnas de cuarto años desarrollaron el proyecto
“Rayos de Dignidad”.
Su propuesta permitirá que familias con escasos recursos obtengan agua caliente a través de un conector solar construido con materiales reutilizados, como botellas de plástico PET, latas de aluminio o envases de tetrabrik.
Esta original idea permitió que las alumnas obtuvieran el primer puesto nacional de la segunda edición del Premio Fundaciones Grupo Petersen. Se trata de un reconocimiento a la Innovación Educativa, dentro del programa “Reimaginando la Escuela”.
El proyecto ganador de los 2 millones de pesos fue impulsado por 47 alumnas y logró involucrar a toda la comunidad educativa en un marco de esfuerzo compartido y solidario que buscó responder a la falta de agua caliente en la población escolar.
“La problemática surge a partir de una encuesta de la profesora de Matemática dónde se evidenció que 10% de las alumnas del Nivel Secundario no tenían agua caliente”, explica Fabiana Fraga, docente de Física y quién estuvo al frente del proyecto.
“Rayos de Dignidad” fue pensado no solamente como
la solución a un problema que sucedía en diferentes familias de la escuela, sino para mostrar que es posible obtener agua caliente de una manera sustentable, reutilizando materiales que de otra forma terminarían en la quema informal o en un relleno sanitario.
Alejandra Fernández Pedemonte, directora del Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo, nos explicó que la iniciativa permitió que el grupo de estudiantes, que se encontraban desmotivadas a causa de la pandemia, tengan
“un punto de encuentro para unirse como grupo”.
Ambas docentes destacaron que la realización del proyecto se dio de forma interdisciplinaria y colaborativa entre las diferentes materias. Al mismo tiempo, las profesionales valoraron la experiencia curricular generada a partir de la tarea conjunta de distintas áreas, que nunca habían compartido proyectos.
Al Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo, fundado en 1918, asiste un 60 por ciento de alumnos que provienen de Villa 21-24 y el resto de barrios aledaños de CABA (La Boca, Constitución, Villa Lugano) y del sur del conurbano bonaerense. La institución desarrolla un proyecto de inclusión a través de la
convivencia de estudiantes de distintos niveles económicos, como también de una interacción entre lo público y lo privado.
El prototipo del conector solar se generó durante una capacitación, de la
ONG Sumando Energías, en la que participó Fabiana Fraga, profesora de Física y líder del proyecto. Para conseguir los materiales necesarios, las estudiantes realizaron una colecta en los negocios del barrio.
“Es muy importante poder continuar con la parte pedagógica para promover proyectos como este. La idea es poder capacitar a las familias para que puedan construir su conector”, detalló Fraga.
Durante 6 meses, un total de 671 docentes y directores de las 95 escuelas secundarias de 5 distritos, participaron de la edición 2021 del Premio FGP. Este tiempo fue la etapa de acompañamiento formativo para la innovación, brindado a través del exclusivo
Campus Educativo de las Fundaciones GP. Posteriormente, ya en la etapa final de 2 meses, los educadores trabajaron con sus estudiantes para desarrollar los proyectos.
Los trabajos presentados en la competencia fueron evaluados por un jurado integrado por reconocidos referentes del ámbito educativo como Diego Golombek, Elena Duro, Fernando Schanpachnik, Adrián Moscovich y Paula Coto, quienes tuvieron a su cargo la preselección de 20 proyectos.
María Cecilia Hancevic, coordinadora general de Fundaciones Grupo Petersen (FGP) destacó
“Cada proyecto es una muestra de que innovar en educación es posible, las escuelas demuestran que es posible elevar la vara para enseñar de manera colaborativa entre los docentes”.Otras notas de esta sección