En un escenario global donde la sostenibilidad y la acción climática se han vuelto prioritarias, la educación ocupa un papel central para promover soluciones innovadoras. Desde la
Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal (EIAF) de la Universidad de León, en el Campus de Ponferrada, se desarrolló el proyecto educativo
“De la Naturaleza a la Tecnología: La Ingeniería Forestal en Acción”, una iniciativa orientada a conectar el conocimiento científico con la responsabilidad ambiental.
El programa fue diseñado por el grupo de innovación docente BIERSOFT, un equipo interdisciplinario de la Universidad de León que impulsa experiencias formativas centradas en la ciencia aplicada, la sostenibilidad y la integración tecnológica. El grupo trabaja en el desarrollo de metodologías activas y herramientas digitales que favorecen la enseñanza práctica de la ingeniería forestal y agrícola, combinando software especializado, simuladores y recursos interactivos con salidas de campo y análisis de datos reales. Su objetivo es acercar la investigación universitaria a las aulas, fomentando la curiosidad científica y el aprendizaje basado en la resolución de problemas ambientales concretos.


Los talleres del proyecto invitan a comprender cómo herramientas como los satélites, los sensores y los escáneres láser pueden contribuir a la gestión responsable de los ecosistemas y al cuidado de los recursos naturales. La propuesta también promueve el trabajo colaborativo y la creatividad a través de desafíos que estimulan la búsqueda de soluciones a problemas ambientales reales. Este enfoque favorece el desarrollo de habilidades críticas y ciudadanas, y refuerza la relación entre educación, territorio y medio ambiente. El componente experiencial es clave: los estudiantes observan, miden y analizan procesos naturales utilizando tecnología aplicada, lo que transforma el aula en un laboratorio vivo de aprendizaje ambiental.
Educación, innovación y sostenibilidad
El proyecto educativo se enmarca en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y contribuye especialmente a los
ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura), ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles), ODS 13 (Acción por el Clima) y ODS 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres). A través de su propuesta, la EIAF impulsa la incorporación de la educación ambiental como eje transversal en los procesos formativos, destacando el valor de la ciencia aplicada y la innovación tecnológica para alcanzar un futuro sostenible.
La experiencia contó con la participación de instituciones educativas y estudiantes de la provincia de León, quienes exploraron las múltiples posibilidades que ofrece la ingeniería forestal para enfrentar los desafíos del cambio climático. El trabajo articulado entre docentes universitarios y escuelas permitió construir un puente entre la formación superior y la educación media, generando una comunidad de aprendizaje en torno a la sostenibilidad.
Además del componente formativo, la iniciativa incluye un certamen que incentiva la creatividad y el pensamiento científico de los jóvenes mediante el diseño de propuestas para mejorar la gestión forestal. De esta manera, la experiencia no solo transmite conocimiento, sino que también estimula el compromiso personal con la conservación del entorno.
En cada actividad se promueve una metodología activa basada en la experimentación y el descubrimiento, que coloca al estudiante en el centro del aprendizaje. Este enfoque, alineado con los principios de la educación STEM, demuestra que la ingeniería y la ciencia pueden ser herramientas poderosas para la construcción de una ciudadanía ambientalmente consciente.
Una mirada educativa hacia el futuro
El proyecto educativo
“De la Naturaleza a la Tecnología: La Ingeniería Forestal en Acción” representa una experiencia inspiradora para las instituciones educativas que buscan integrar los principios de sostenibilidad en sus prácticas. Su propuesta demuestra que es posible enseñar ciencia y tecnología sin desconectarlas del entorno natural ni de los valores sociales que promueven el cuidado del planeta.
Iniciativas de este tipo fortalecen la articulación entre educación, innovación pedagógica e impacto comunitario, y refuerzan la convicción de que la enseñanza de las ciencias aplicadas puede contribuir activamente a construir comunidades más sostenibles, resilientes y conscientes de su papel en el equilibrio ecológico global.
El compromiso ambiental que impulsa la Universidad de León trasciende su ámbito local: constituye un ejemplo replicable para sistemas educativos que deseen vincular investigación, docencia y acción climática desde una perspectiva integral.
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