Un cambio en la Ordenanza Municipal sobre las pulverizaciones de fitosanitarios provocó un problema en la zona dónde se encuentra la
Escuela de Educación Secundaria Agraria N°1 “Dr. Ramón Santamarina”. El uso de productos fitosanitarios, en las cercanías de zonas pobladas es un tema que causa inquietud en la sociedad actual. Esto es así por la controversia existente acerca de los potenciales perjuicios que podrían provocar a la salud humana y el ambiente.
Durante su trabajo
Entorno Formativo en Máquinas y Equipos,
estudiantes de 5to año notaron la necesidad de informarse sobre la calidad de las aplicaciones y los monitoreos en los cultivos. Esto constituye una parte muy importante de las
Buenas Prácticas Agrícolas (ABP).
“La propuesta innova en la posibilidad de hacer eficiente el proceso de pulverización en la producción agrícola. Esto es importante para la sostenibilidad de los sistemas productivos agropecuarios y la sustentabilidad ambiental”, nos detalla
Paz Vallejos, docente a cargo del proyecto.
La propuesta consistió en la realización de un kit con materiales de reutilización y tecnología 3D. El mismo consta de 6 soportes y porta tarjetas hidro sensibles, una pinza y un par de guantes de látex.
El equipo conformado por
Lucía Benedetti, Mateo Rodríguez, Lucas Molina, Alexis Corrado, Lautaro Ugarte, Benjamín Zubigaray y Brandon Larlus trabajó arduamente en el análisis de las zonas de exclusión y de amortiguamiento para realizar las aplicaciones de fitosanitarios. Por ello, el objetivo del proyecto fue medir la derivación que generan estos productos y trabajar en la concientización de la comunidad sobre la existencia de estas herramientas.
“El kit se utiliza posicionándolo desde la punta del botalón avanzando cada 10 metros fijando esas distancias cada soporte con su tarjeta hidro sensibles. Este tiene dos posiciones para colocar la porta tarjeta (horizontal o vertical), es regulable en altura y también se puede utilizar en la parte inferior del soporte para aplicarse durante los barbechos. Luego de que pasa la máquina pulverizadora, se observa si hubo o no deriva de fitosanitarios en zonas sensibles”, explica
Ugarte.
Además, los alumnos realizaron una encuesta a profesionales del agro y a aplicadores de productos fitosanitarios, sobre el uso de tarjetas hidro sensibles. Utilizaron códigos QR para compartir información y realizaron un folleto explicativo para repartir.
“El proyecto nos generó un valor altísimo porque nos aportó conocimientos y experiencias nuevas. Pudimos contactarnos con gente especialista en el tema y conocer máquinas para aprender más y realizar así un proyecto interesante para la comunidad”, sostiene
Larlus.
El grupo de la
EESA N°1 de Tandil presentó el proyecto en el
Concurso Futuros Líderes de Buenas Prácticas Agrícolas Edición 2022 organizado por la
Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE). De 66 proyectos exhibidos a nivel nacional, fueron seleccionados en una primera instancia 10 trabajos. Allí, los estudiantes tuvieron que defender virtualmente su proyecto. A partir del resultado de esta defensa fueron seleccionados para ser finalistas.
“El proyecto se encuentra en desarrollo con tres prototipos que fuimos perfeccionando. También queremos mejorar las impresiones 3D”, detalla
Lucas Benedetti.
La idea de los estudiantes tandilenses representa una experiencia de enseñanza y aprendizaje valiosa a partir del trabajo colaborativo.
Otras notas de esta sección