Un grupo de estudiantes de sexto año de nivel secundario de la Escuela Industrial Domingo F. Sarmiento en San Juan se planteó trabajar, junto con sus docentes, autores literarios locales para suplir la falta de ellos en los contenidos curriculares prioritarios.
“Con Palabra Propia” es un proyecto de lectura de autores sanjuaninos que permitió que los estudiantes tengan un acercamiento a escritores contemporáneos y puedan conocer quiénes están detrás de los escritos
“Nos propusimos que trabajen obras sanjuaninas para que comprendan lo que se escribe en nuestra provincia, que es de un nivel de producción muy bueno y existen trabajos altamente cuidados”, recalca una de las docentes a cargo de la actividad Daniela Fabaro.
¿A qué nos referimos cuándo hablamos de Núcleos de Aprendizaje Prioritario? Estos constituyen una base común para la enseñanza en todo el país, establecidos a partir de acuerdos alcanzados en el Consejo Federal de Educación entre el Ministerio Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Permitir que
los estudiantes lean y se desarrollen a partir de textos de autores locales les permite inmiscuirse en las narraciones que hablan sobre los espacios y las costumbres que ellos mismos conocen.
El
Instituto Domingo F. Sarmiento tiene una modalidad técnica, por los alumnos solamente cuentan con tres horas cátedra para implementar el espacio de Literatura.
“En este contexto, privilegiamos un aprendizaje significativo que involucre a los estudiantes en el hacer y consideramos que estar en contacto con autores contemporáneos de su provincia les permite ver a la literatura desde un lugar diferente al que están habituados”, comenta Fabaro.
Previo al encuentro que tuvieron
los jóvenes con los autores, tuvieron un mes para conocer a fondo sus obras y generar publicaciones en Instagram con respecto a lo que estaban leyendo para así estar preparados al momento del encuentro.
“Esta actividad les permitió a los chicos y chicas tomar conciencia de que se lee con todo el cuerpo, no solo con la vista, enterarse que en San Juan existen producciones actuales y que existe una industria editorial local que fomenta la lectura y la escritura. También pudieron reconocer un lenguaje propio coloquial, reconocer las realidades de la provincia y entender cuáles son aquellas palabras que nos dan identidad como sanjuaninos”, culmina una de las docentes a cargo del proyecto “Con Palabra Propia” Daniela Fabaro.
Además de la participación de los ocho sextos años de la escuela Industrial Domingo F. Sarmiento y sus tres docentes (Daniela Fabaro, Laura González y Sabrina González), estuvieron presentes las bibliotecarias nacionales Irene Godoy y Laura Saavedra junto a las y los escritores Adriana Luna, Alfia Arredondo, Damián López (poetas) y Eduardo Albornoz (escritor de cuentos).
La Historia
El Industrial Domingo F. Sarmiento fue creada en 1871, siendo la primera escuela técnica de la provincia de San Juan. Su funcionamiento sirvió de base para que se desarrolle la Universidad Nacional en la provincia. Su oferta académica del ciclo básico de enseñanza secundaria (tres años) se complementa con títulos de proyectos técnicos (cuatro años) y, al ingresar al cuarto año, los estudiantes pueden optar por ocho especialidades: Minería, Química, Industria de Procesos, Construcciones, Vial, Equipos e Instalaciones Electromecánicas, Automotores y Electrónica. Estos títulos les brindan a los egresados altas posibilidades laborales y contribuye a una formación integral para quienes continúen sus estudios universitarios.
Mediante proyectos, talleres y clubes de ciencia, la escuela fomenta que los alumnos participen en Robótica, Nanotecnología, Programación y Cristalografía, entre otros.
“El surgimiento de nuestra escuela está ligado a las ideas y al accionar de Domingo Faustino Sarmiento. Este, imaginó un país moderno, para lo cual era necesario crear instituciones educativas, científicas y técnicas en pos de la industrialización y el progreso.
Sarmiento no concibió la minería sanjuanina como una empresa de simple extracción y fundición de minerales. Sus miras, mucho más amplias, fueron que con el apoyo de la riqueza mineral complementarían la economía promoviendo la agricultura, la industria y el comercio y hasta poblar el desierto territorial. El desarrollo de la minería traería aparejado, el desarrollo agrícola, ganadero, industrial y comercial. La minería, así enfocada, se convertiría en motor de una verdadera revolución económica de repercusión nacional”, detallan en la página web de la escuela Industrial Domingo F. Sarmiento.
Con motivo de los 100 años de su fundación, la Escuela Industrial recibió en 2018 una réplica de la Bandera del Ejército de los Andes. El Ministerio de Educación de la Nación entrega esta insignia a aquellas escuelas centenarias con el objetivo de que funcionen como resguardo del acervo nacional. Esta distinción se estrega desde 1981.
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