En Mendoza varias instituciones educativas llevan adelante una serie de ideas originales con la intención de mejorar los contextos áulicos o sociales. Es así, para reciclar el desperdicio diario, la
Escuela N°1-599 “Teniente Gral. Rufino Ortega” de Malargüe desarrolló
“Rufibolsas”. Al mismo tiempo, este proyecto permite ayudar el trabajo diario de los celadores.
Basándose en un análisis de la
Ley Nacional N° 27.621 y en los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (OCD) se planteo la reducción considerable de residuos mediante acciones de
prevención, reciclado y reutilización.
“Nos encontramos muchísimo residuo en los cestos de basura y pensamos en qué utilidad podríamos darle, así que decidimos confeccionar bolsas de papel reciclado”, detalla
Verónica Galdamez, docente a cargo del proyecto.
Indagando sobre la temática, los estudiantes de 7° grado encontraron que la
Ordenanza Municipal N° 1528/2011 prohíbe a los comercios de la localidad entregar bolsas plásticas. Por eso decidieron vender el producto y con ese dinero comprar plantines florales que permitan embellecer el frente de la escuela y la plaza cercana.
“Debíamos pensar un producto que saliera a la comunidad y sea beneficioso”, comentan.
Para guiar el proceso determinado por la interdisciplinariedad hubo una serie de materias que participaron del proyecto:
Lengua, Matemática, Sociedad, Ambiente y Ciudadanía, Formación Ética y Ciudadana, Naturaleza, Ambiente y Ciudadanía, Tecnología y Artes Visuales y Plástica.
Tras recolectar todo el papel posible, los estudiantes calificaron el papel correspondiente para luego picar o desmenuzar, colocándolo en un contenedor. Luego, con ayuda de las familias confeccionaron un bastidor que sirve para realizar las láminas de papel.
Una vez remojado en agua caliente se pasa a la parte de el triturado, la licuación y el procesamiento de la pasta de papel. Ya enfriado y secado, se desmoldan las hojas de papel en una superficie plana para pasar a armar las bolsas.
“Durante su realización se nos presentaron algunos problemas que pudimos solucionar: cómo darle flexibilidad a las láminas de papel sin que se rompieran, extraer el exceso de agua de la pasta, ver cómo podíamos obtener un prensado más fino y qué podríamos agregar para que tome un color más blanco”, comenta
Galdamez.
La Institución de Malargüe presentó su proyecto en la
Feria Maker de Mendoza.
¿De qué se trata? Es un espacio que permite conocer el accionar científico-tecnológico, postular inquietudes y buscar soluciones de forma conjunta. Coordinado por la
Dirección General de Escuelas (DGE) se pretende convocar, visibilizar y poner en relevancia aquellos proyectos áulicos e institucionales relacionados a las ciencias, el arte, la tecnología y la sostenibilidad. Todos ellos pueden ser presentados por los colegios de cualquier nivel y modalidad de la provincia.
Dentro de las instancias Departamental y Provincial pueden participar ideas y desafíos de implementación áulica, movilizados por la indagación y el cuestionamiento. Esto favorece el desarrollo del pensamiento artístico, científico y tecnológico desde una construcción interdisciplinar.
“Los estudiantes lograron adquirir diferentes herramientas para debatir sobre las actividades propuestas, trabajaron en equipo para buscar estrategias para resolver los problemas que encontrábamos. Además, tuvieron compromiso y responsabilidad; generaron un pensamiento crítico e incorporaron nuevos conocimientos y conceptos”, concluye
Verónica Galdamez, docente a cargo del proyecto.
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