Nahuel Hollman es docente hace más de 15 años y desde 2009 trabaja en la Escuela N°553 de San Cayetano brindando clases de Informática. Desde allí elaboró un proyecto que habilita mayores oportunidades para sus estudiantes y, además, logró reconocimiento internacional.

La institución rural se encuentra a unos 30km de Corrientes, por lo que la conexión a Internet y el acceso a recursos tecnológicos son limitados. Aún en un contexto adverso, Nahuel no se desanimó y empezó a diseñar propuestas que motivaran a los estudiantes.

“El estudio en estos contextos está muy relacionado al trabajo en la tierra. ¿Por qué no darle la oportunidad de que aprendan programación o robótica? Me interesa producir un cambio y brindarles oportunidades a los chicos”, detalla el docente.

El comienzo se dio desde un celular que, junto con unas gafas de realidad virtual, servía como herramienta pedagógica para recorrer la Plaza de Mayo o conocer distintos museos. La creatividad resultó en un impacto fuertísimo: disminuyó la tasa de ausentismo debido a la motivación de los estudiantes. “Es importante concientizar, educar y explicarles para que sepan usar el celular responsablemente”, explica.

Previo a la pandemia, Hollman tenía decidido realizar un proyecto que ampliaría el horizonte de conocimientos sobre cuestiones STEAM -cuyo nombre está formado por las iniciales de Science, Tecnology, Engineering y Mathematics-, pero a partir de indagar sobre la temática descubrió la brecha que existía entre niños y niñas al momento de elegir carreras de este estilo.

Según los datos de la UNESCO (2014-2016), a nivel mundial, sólo el 30% de las estudiantes universitarias selecciona carreras relacionadas con STEAM. El porcentaje de estudiantes femeninas es particularmente bajo en TIC (3%), ciencias naturales, matemáticas y estadística (5%) y, en ingeniería, manufactura y construcción (8%). Las causas de esta brecha se deben a una multitud de influencias culturales, económicas y políticas, que han impedido o han dificultado la participación de las mujeres en la ciencia.



Entonces decidió enfocarse solamente en las estudiantes y desarrollar “Mision Steam Latam: Chicas a Marte”. Allí iban a aprender temas relacionados a inteligencia artificial, programación, informática, sistemas de circuitos y alentarlas a ahondar dentro de ese mundo. La propuesta se basaba en que las estudiantes tomaran el rol de astronautas.

“La base de la historia es que ellas logren llegar a Marte y sean las protagonistas de la historia. En el camino se van aprendiendo nuevos contenidos”, nos comenta Nahuel.

El proyecto se realizó con la participación de docentes de otros países, quienes, invitados por el profesor correntino, se sumaron a la propuesta. Entre ellos se encuentran Carlos René Ramírez de Colombia, Oscar Márquez de Perú, Cecilia Paz Aguirre de Uruguay y Carolina Muñoz de Santiago del Estero.

Además, durante su desarrollo se trabajaron habilidades socioemocionales invitando a expertos de la materia.

El proyecto logró resultados sorprendentes. Previamente un 73,9% de las niñas “no tenía conocimientos sobre la educación STEAM”, durante el taller el 95,7% se sintió motivado y un 53% podría estudiar en un futuro alguna carrera relacionada a las tecnologías.

“En un contexto tan tradicionalista como la ruralidad es buenísimo que ellas tengan nuevas oportunidades y se sientan empoderadas. Además, llevar la pasión que uno tiene al aula y que los estudiantes se contagien es la tarea más hermosa como docente”, concluye Nahuel Hollman.