En la producción agrícola hay un insumo fundamental que desempeña, además, un papel importantísimo en la seguridad alimentaria: el agua. La agricultura de regadío representa el 20% de la superficie cultivada y aporta el 40% de la producción total de alimentos en el mundo.

En el distrito de La Dormida, en Mendoza, una institución educativa observó que debido a la baja calidad en el agua potable las plantaciones de la huerta presentaban problemas de crecimiento y desarrollo. Así fue que la Escuela N° 4-199 “María Luisa Degni” se propuso encontrar una solución.

El proyecto “PurificAgua”, presentado en las Feria Maker de la provincia, busca crear un dispositivo purificador para que, a partir de la energía solar y el proceso natural de condensación del agua, se pueda obtener agua libre de impurezas.

“Las plantas no crecían y nos dificulta la producción. Observamos que tras regarlas encontramos concentraciones de sales en el suelo y en las hojas” detalla Romina Cortez, una de las docentes a cargo del proyecto.



Los estudiantes de 4to año de la institución deben realizar una huerta escolar para la materia Sistemas Agroambientales. Basándose en la “Ley de Educación Ambiental Integral”, que promueve la conciencia y responsabilidad ambiental para lograr un uso sostenible de los recursos naturales, desarrollaron una herramienta novedosa.

Con la ayuda de especialistas del INTA y teniendo presente experiencias anteriores, estudiantes y docentes lograron construir un purificador de agua que evapora y condensa el líquido para dejar las impurezas en el proceso. 

Aún así surgieron algunos problemas extras que tuvieron que solucionar. El equipo indagó y encontró que durante su purificación el agua pierde sales necesarias para el desarrollo de los cultivos. Para que esto no sucediera, anexaron un sistema Venturi mediante el cual se incorporan biofertilizantes.

¿Qué es el sistema Venturi? Es un dispositivo hidráulico con forma de dos embudos unidos por la parte angosta donde el agua que pasa por la “garganta” aumenta rápidamente su velocidad, lo que provoca una presión negativa que es aprovechada para inyectar una solución madre en ese punto. Estos sistemas operan en un amplio rango de presiones y requieren una presión mínima diferencial entre los extremos de entrada y salida para iniciar el vacío en el puerto de succión.



“Nuestro purificador se diferencia de los demás por su bajo costo y el uso de energía renovable, por lo tanto es amigable con el medio ambiente. En el proceso, los estudiantes pudieron incorporar procesos para indagar, probar y errar, de buscar soluciones a situaciones problemáticas, trabajar en equipo y relacionar contenidos”, explica Cortez.

Quienes integran “PurificAgua” realizaron encuestas para obtener información sobre el conocimiento de los habitantes de La Dormida acerca de: la calidad del agua potable, los usos que le dan y si observan que la misma perjudica sus plantas. Mediante la observación de los resultados llegaron a la conclusión de que el insumo hídrico no era óptimo para el riego.

El trabajo llevado a cabo resultó pertinente y enriquecedor para el proceso de aprendizaje de los estudiantes, basado en la interdisciplinariedad e integración de objetivos, contenidos disciplinares, recursos y/o metodologías con el fin de lograr una educación integral.

La proyección del equipo pretende capacitar a pequeños productores y a la comunidad mendocina para que conozcan el funcionamiento de este sistema de purificación, fertilización y riego a fin de utilizarlo en sus hogares o empresas para mejorar sus producciones.

“El purificador está instalado y funciona permitiendo que reguemos dos surcos de la huerta que miden 2 metros cada uno. Sinceramente los estudiantes vivieron una experiencia muy satisfactoria y están orgullosos de representar a su escuela. Expresaron muchísimo entusiasmo y compromiso a su trabajo”, concluye la docente Romina Cortez.